Roma, 30 de mayo. Los ministros de Interior y de Justicia de los ocho países más industrializados del mundo (G-8) acordaron hoy reforzar su cooperación contra el crimen organizado y el terrorismo, mientras en las calles se manifestaron miles de personas en rechazo al encuentro y en reclamo de derechos de ciudadanía global.

Unos 20 mil jóvenes contestatarios lanzaron consignas contra la crisis económica mundial, repudiaron el racismo y reclamaron papeles para todos, al grito de todos somos clandestinos, considerando el tema de la migración como uno de los más candentes que fueron tratados en esta cumbre, en la cual los países participantes plantearon la búsqueda de ayuda mutua transfronteriza en temas comunes.

La marcha, impulsada por organizaciones altermundistas y grupos de izquierda, transcurrió de manera pacífica y fue vigilada por un fuerte dispositivo de las fuerzas policiales.

Los temas centrales de dos días dedicados a la lucha contra la criminalidad organizada, el terrorismo y la migración clandestina, fueron el refuerzo de la cooperación y la cooperación mundial.

En su declaración final, los países del G-8, que integran Italia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Japón y Rusia, indicaron que el terrorismo internacional conserva una capacidad ofensiva significativa y su radicalización causa una preocupación particular. Por ello, la cooperación antiterrorista es esencial y es importante continuar reforzándola, señalaron.

El análisis de la amenaza muestra que los grupos terroristas mundiales mantienen una capacidad ofensiva significativa y una importante flexibilidad organizativa, adaptando su estructura a los diferentes contextos, añadieron en un comunicado.

Los ministros de Interior y de Justicia del G-8 subrayaron que, pese a los esfuerzos y éxitos logrados por la comunidad internacional en la lucha contra ese problema, el terrorismo representa todavía una de las amenazas más graves contra la seguridad global.

El intercambio operacional de informaciones sobre los movimientos financieros de los grupos terroristas es, por ejemplo, muy importante, subrayó el ministro italiano de Justicia, Angelino Alfano, al presentar el documento final.

Una herramienta fundamental en la lucha contra el crimen organizado es la confiscación de activos financieros, bienes y capital de organizaciones delictivas, señalaron en el texto.

Además, en la reunión, a la que también acudieron el responsable de Justicia de la Unión Europea (UE), Jacques Barrot, representantes de la Interpol y de la Oficina de Naciones Unidas para el Control de las Drogas y la Prevención del Crimen, se pusieron de acuerdo para actuar conjuntamente contra el terrorismo.

En ese sentido, se comprometieron a respetar los derechos humanos, el derecho de asilo y el derecho europeo.

Los ministros del G-8 adoptaron, además del documento final, dos declaraciones: una sobre la lucha contra la piratería y otra sobre pederastia en Internet.

Por otro lado, en el contexto de la reunión, Roberto Maroni, ministro italiano del Interior, dijo que su país se opone a recibir en Europa a detenidos de la prisión estadunidense de Guantánamo, Cuba, tras una petición en ese sentido de la administración del presidente Barack Obama. Estados Unidos nos pidió recibir algunos capturados, no más de dos o tres, pero yo no estoy de acuerdo, expresó Maroni.

El funcionario italiano indicó que abordará el asunto de los detenidos con sus homólogos europeos en una reunión prevista para el próximo 4 de junio en Luxemburgo, pero destacó: no es favorable recibirlos en países que no tienen los medios jurídicos para mantenerlos en prisión. De aceptarse, abundó, serían máximo unos tres.

Maroni comentó sus apreciaciones al respecto con el secretario estadunidense de Justicia, Eric Holder. El funcionario de Estados Unidos agradeció el viernes públicamente a Francia, ante los colegas del G-8, haber aceptado recibir el 15 de mayo a un ex detenido argelino de Guantánamo.

En lo referente a la creciente ola de migrantes, el ministro italiano aseveró ante la prensa estar orgulloso de que se haya aprobado el modelo italiano. Maroni sostuvo que ha habido consenso acerca de que tanto la lucha contra la migración ilegal como el aumento de medidas encaminadas a integrar a los indocumentados eran asuntos prioritarios.

En otros temas, los representantes del G-p8 reconocieron que la piratería marítima se convirtió en motivo de preocupación. Subrayaron la urgente necesidad de cooperación internacional para enfrentarla.

Los ministros admitieron haber hablado sobre los desafíos jurídicos en la lucha contra la piratería, que constituye para todos un motivo de preocupación por sus notables consecuencias sobre la economía, la seguridad y la estabilidad regional.

Las propuestas contenidas en la declaración final se presentarán en junio en la cumbre de líderes del G8, que tendrá lugar en L´Aquila, donde recientemente un terremoto devastó parte de la ciudad.