Cultura
Ver día anteriorLunes 1º de junio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Regresión estética del pintor mexiquense

Cenizas, obras que hacen un guiño al arte primigenio
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de junio de 2009, p. a11

En Cenizas, exposición del pintor Carlos Gutiérrez Angulo (Huixquilucan, estado de México, 1955), cuya exhibición concluyó ayer en el Antiguo Palacio del Arzobispado, Museo de la Secretaría de Hacienda, Moneda 4, Centro Histórico, no hay variedad de medios, como video, música o performance, sino economía de materias y elementos, hasta de color. Intenta hacer una propuesta estética con el mínimo de elementos.

Cenizas al temple, inclusive, es como el pintor gusta llamar la muestra de alrededor de 70 obras, porque utiliza esa técnica por separado, mientras los pigmentos son cenizas y carbón, es decir, sus dos colores: negro y blanco. Para el aglutinante empleó grenetina. Esto, además, se trabaja en caliente. Tengo la hornilla allí, y antes de que cuaje todo, como gelatina, hay que aplicarlo a temperatura casi hirviendo. Entonces, es un trabajo de realización veloz.

El actual proyecto nació hace siete u ocho años. Las primeras pinturas fueron hechas sólo con base en carbón, es decir, la parte negra; después incorporó lo blanco de las cenizas, para sacar los grises: Es la madera quemada; ya que está combustionada separo el carbón de la ceniza, que viene a ser lo blanco. De allí obtengo ya los grises.

La obra de Gutiérrez Angulo ostenta un aire primitivo, comentario que toma como elogio, ya que alude a un guiño a los orígenes de la pintura en sí. Por supuesto que es una especie de regresión estética. Por eso también exhibo cuadros eminentemente abstractos y otros con un poco de elementos figurativos.

Su primitivismo, o escasez de elementos, se percibe de manera directa, sin tratar de engañar, sin artilugios, sin querer sorprender; que se sienta puro y auténtico. De hecho, en el transcurso del proyecto, el artista leyó una frase que le encantó y que inspiró la serie: soy un antiguo bosquimano, que únicamente pinta y vive de la manera más elemental posible.

–¿Hay algo de protesta ante un arte que quiere estar a la moda?

–Cada quien es responsable de lo que hace. No es una protesta, simplemente veo que cada vez utilizan más medios para intentar decir algo, y en muchas ocasiones el uso de esos medios no se apoyan entre sí. Finalmente, no se logra comunicar nada. Aquí intento utilizar lo menos posible y decirlo de manera directa.

–¿Hay relación con el arte prehispánico?

–Claro; en cualquier conjunto que expongo siempre tengo presente el arte primigenio y, por supuesto, el precolombino. Las zonas prehispánicas en mi trabajo no son gratuitas, no están de manera obvia, pero tienen esa intención. La proporción de los personajes también tiene esa parte precolombina o de la reseña misma de nuestro país, muy rico en materiales y propuestas.