Lunes 1º de junio de 2009, p. a45
Un jurado designado por la empresa de la madrileña plaza de Las Ventas reconoció al diestro gitano, José Antonio Morante de la Puebla, como máximo triunfador de la feria de San Isidro, que terminó el sábado sin que se produjeran, como adelantó este espacio varios lunes atrás, resultados espectaculares, debido entre otras cosas a la grave crisis económica que sufre el reino de Juan Carlos I.
Morante, según los expertos que lo calificaron, fue el autor de la mejor faena, en tanto el de la mejor estocada fue José Mari Manzanares, y Pablo Hermoso de Mendoza, el mejor rejoneador. El título de torero revelación recayó en Daniel Luque. Para los conocedores fue una injusticia el que no hayan sido incluidos en ninguno de los carteles, como bien merecían, los dos mejores toreros mexicanos del momento, Arturo Macías El Cejas y su paisano, Joselito Adame.
Pero, sin duda, el gran ausente de la isidrada fue José Tomás, a quien el gerente de Las Ventas se negó a pagarle los poco más de 400 mil euros por tarde que exigía el maestro de Galapagar. Razones económicas semejantes impidieron que éste acudiera a la feria de abril en Sevilla, que también fue un bodrio, por la mansedumbre y debilidad de las reses, y por los carteles baratos, conformados por señoritingos sin hambre ni afición.
Tras conocerse la noticia, hace unos días, de que José Tomás tampoco irá a la feria de San Fermín, en Pamplona, el sábado se confirmó que del mismo modo no llegó a ningún arreglo con los organizadores de la feria de Bilbao, a quienes les pidió la friolera de 300 mil euros por tarde. Así, luego de alzarse como el amo de la fiesta brava en el mundo, a lo largo de 2008, sobre todo después de aquellas actuaciones homéricas en Madrid donde, en dos corridas, cortó siete orejas y se llevó tres cornadas, Tomás está de nuevo en boca de todos los aficionados, y de quienes no lo son, pero ahora por su negativa a torear si no le pagan las astronómicas cifras que solicita, en reconocimiento a su valor y a su personalidad excepcionales.
No obstante, en un gesto que nada tiene que ver con el dinero sino con la batalla que personalmente libra contra quienes luchan por la abolición de la fiesta brava en Cataluña, pronto reaparecerá en la Monumental de Barcelona. En este lado del charco, mientras tanto, los capitalinos preparan sus avíos para regresar el domingo a la México, que inicia un serial de 12 novilladas y cuatro corridas de preselección para eso que algunos llaman la grande
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