Martes 2 de junio de 2009, p. 26
Washington. El Estado federal estadunidense está ahora en una situación que le permite imponer sus decisiones en varias empresas importantes del país, aunque las autoridades repiten que su presencia en el capital de estos grupos es temporal y que planea desempeñar el papel de un accionista pasivo. He aquí las principales empresas estadunidenses en las que el Estado tomó participaciones significativas desde el otoño pasado: AIG, donde el Estado detenta 79.9 por ciento del capital; Fannie Mae y Freddie Mac, que fueron colocados bajo tutela del Tesoro en septiembre; Citigroup, al cual el Tesoro aportó 45 mil millones de dólares de ayudas; GMAC, grupo de crédito automotor al que se le aportó 12 mil 500 millones de dólares; Chrysler: el plan de restructuración aprobado por la justicia neoyorquina estipula que el gobierno detendrá 8 por ciento del capital de la empresa; General Motors, al cual el Estado aportó 20 mil millones de dólares para mantenerlo con vida y le promete otros 30 mil millones, asumirá el 60 por ciento del capital de la empresa que nacerá de los escombros de GM. Controlará además 8 mil 800 millones de títulos de deuda.