Miércoles 3 de junio de 2009, p. 9
Más que acabar con el narcotráfico, el propósito del gobierno de Felipe Calderón parece ser la búsqueda de legitimidad
, aseveró ayer Alberto Montoya, vicepresidente ejecutivo del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales.
Durante el foro La guerra contra el narcotráfico en México, organizado por La Jornada y Casa Lamm, el académico de la Universidad Iberoamericana subrayó que el gobierno federal tiene una concepción equivocada
del combate al tráfico de drogas, porque se trata de una guerra en la que ha involucrado al Ejército Mexicano, cuando la labor de éste es defender la soberanía del país, entre otras.
La participación del Ejército lo ha convertido de manera indirecta en el principal proveedor de cuadros a esa actividad ilícita
, al registrar unas 150 mil deserciones en ocho años, sostuvo.
“Con que el uno por ciento de esos 150 mil se sume a las filas del narco, ya tenemos un problema muy serio, por el entrenamiento especializado de esos elementos en el manejo de armamento, instrumentos de comunicación, tácticas, etcétera”, agregó Alberto Montoya.
El consultor en temas de seguridad, Simón Vargas, destacó que el escenario actual es catastrófico y sólo se ha conseguido generar inseguridad y desconfianza entre los ciudadanos
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