Con el claro propósito de utilizar los operativos de la lucha contra el narcotráfico para obtener un beneficio electoral, el presidente Felipe Calderón y el dirigente del PAN, Germán Martínez, prefiguran el delito de asociación delictuosa, de lo cual el IFE deberá dar cuenta, afirmó Roberto Madrazo, quien afirmó que en materia de seguridad, como en lo político, económico y social, la administración calderonista es un ejemplo de gobierno fallido.

Poco antes de presentar su libro titulado El despojo, el ex candidato presidencial dijo que a pesar del esfuerzo propagandístico del gobierno federal, que habla de un marcador favorable en cuanto a la lucha contra el crimen, lo cierto es que el país está dominado por la delincuencia, oficialmente admitida en el interior del gobierno, y por el crimen organizado, que opera desde fuera del gobierno; a esto hemos llegado, ¡quién gobierna entonces!

A la presentación del libro asistieron un numeroso grupo de políticos, catedráticos y analistas, que colmaron el salón en el que el ex dirigente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, en el papel de presentador de la obra, advirtió que al suponer Felipe Calderón que el crimen organizado es herencia de gobiernos anteriores, parece no recordar que lo rodean el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, que provienen de administraciones anteriores. Y que no ofenda al Ejército, porque sus generales, todos, prestaron servicios al Estado antes del milagro del cambio en 2000.

Frente a personajes como Humberto Lugo Gil, César Augusto Santiago, Jesús González Schmal y Ulises Ruiz, Palacios Alcocer destacó, del análisis que hace Madrazo, las críticas de la Contraloría Superior de la Federación, que evidencia abusos, subejercicios y desviaciones caprichosas de los recursos públicos.

Los excedentes petroleros, desviados al gasto corriente, y al imperdonable subsidio de las gasolinas, que beneficia a 5 por ciento de la población, que representaron para el gobierno de Vicente Fox ingresos por 300 mil millones de pesos adicionales, como precisa en su libro Madrazo, “todo dilapidado en gasto corriente, ¿no fue esto un crimen, una estupidez, una traición?

O la aplicación casuística del crimen organizado y las cortesías institucionales cuando se trata de gobernadores de su propio partido y lo que otros, como el gobernador de Michoacán, supone una franca violación a la soberanía del Estado y al pacto federal, apuntó Palacios Alcocer.

Al final, Madrazo preguntó a sus correligionarios, particularmente a los gobernadores, “¿valió la pena la traición en el interior del PRI para jugar en 2006 por el PAN y Calderón? ¿Valió la pena manipular las encuestas para el mismo fin? ¿Valió la pena la guerra sucia? A la postre se ha destruido al país”, aseveró.