Cientos de millones de dólares de extranjeros están inmovilizados
Viernes 5 de junio de 2009, p. 27
La Habana, 4 de junio. En medio de una crisis de liquidez en las finanzas nacionales y un conflicto con cientos de empresas extranjeras que tienen congeladas sus cuentas corrientes, el Consejo de Estado anunció hoy que aceptó la renuncia del presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Francisco Soberón, quien estuvo en el cargo durante 14 años.
En lugar de Soberón fue designado el economista Ernesto Medina, hasta ahora presidente del Banco Financiero Internacional (BFI), la institución que en la práctica ha dejado de reconocer estados de cuenta por cientos de millones de dólares de empresarios extranjeros, cuyos fondos están inmovilizados desde hace al menos unos seis meses.
El conflicto de las cuentas empresariales ocurre en un momento de aguda escasez de divisas, con una caída de dos de las más importantes fuentes de ingresos del país: níquel y turismo.
Aunque aún se desconoce la balanza de pagos de 2008, observadores estiman que quedó en números rojos, impulsada por un déficit comercial de más de 10 mil millones de dólares, con aumentos en el valor de las dos compras principales, alimentos y petróleo.
El comunicado oficial fue especialmente comedido con Soberón. Le reconoció lealtad y honestidad
y dijo que el Consejo de Estado acordó liberar por solicitud propia
al presidente del BCC, una fórmula poco acostumbrada en el sistema cubano, donde son raras las renuncias a los cargos públicos.
Soberón también renunció como integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), del Consejo de Estado y como diputado a la Asamblea Nacional para cumplir el viejo anhelo de dedicarse a escribir e investigar sobre finanzas internacionales
.
Sin embargo, según el comunicado, Soberón puso sus resultados a disposición del partido y del gobierno, al tiempo que ratificó su voluntad de seguir colaborando en cualquier tarea que le encomienden Fidel y Raúl (Castro)
, el ex presidente y el actual mandatario.
Cuando Fidel Castro enfermó gravemente y delegó sus funciones a su hermano Raúl, el 31 de julio de 2006, también designó a un equipo que manejaría los recursos para los programas sociales de alta prioridad: los depuestos Carlos Lage y Felipe Pérez Roque y el ahora dimitente Soberón.
Ernesto Medina, el nuevo presidente del BCC, fue quien tuvo que dar la cara durante los últimos meses a los hombres de negocios que hicieron crecientes reclamaciones al BFI porque no se realizaban sus transferencias en moneda dura al exterior.
Fuentes empresariales dijeron a La Jornada que en los primeros meses del conflicto los ejecutivos del BFI ofrecieron explicaciones como que las transferencias estaban en trámite
; en otro momento dijeron que hubo un ajuste
en la red de corresponsalías del banco, pero más recientemente reconocieron que el problema había salido de sus manos y el control lo tenía el BCC.
Soberón, de 65 años, trabajó desde muy joven en el Ministerio de Comercio Exterior. Entre las décadas de los años setenta y ochenta fue representante comercial y financiero del gobierno cubano en el extranjero. En 1995 fue designado presidente del BCC con rango de ministro. En 2006 fue incorporado al Comité Central del PCC.