Sólo cinco minutos y el tiempo que le tome al médico revisar las imágenes es todo lo que se necesita para saber si existe alguna anormalidad en la glándula mamaria y prevenir el desarrollo de cáncer. Muchas veces el miedo al dolor de la mastografía –que en realidad no existe– es más grande que la decisión de practicar el estudio para prevenir y/o detectar oportunamente algún tumor.

El de mama es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres en México. Al año, ocasiona cuatro mil 500 decesos, a pesar de que es posible curarlo cuando se detecta en sus etapas iniciales. Se recomienda a las personas con factores de riesgo practicarse una mastografía anual a partir de los 35 años de edad. Los estudios permiten detectar formaciones anómalas de apenas un milímetro de diámetro; es decir, del tamaño de una arenilla.

Autoexploración

La autoexploración y la revisión clínica que todas las personas del sexo femenino deben realizar periódicamente son útiles y aunque localizan anormalidades de mayor tamaño, también representan una oportunidad para que la paciente obtenga el diagnóstico y el tratamiento médico oportuno, porque todavía se trata de un tumor in situ.

Sin embargo, el problema del cáncer de mama en México es que la mayoría de las afectadas llegan a los servicios médicos en las etapas avanzadas, cuando el tumor es muy grande y probablemente ya se ha extendido a otras partes del cuerpo. En ese estadio las posibilidades de cura y preservación del seno se reducen, e incluso la vida de la persona puede estar en peligro.

Información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que al año se registran casi 550 mil muertes por cáncer de mama en el planeta y que al menos 30 por ciento de esas defunciones podrían haberse evitado si se el mal se detecta de manera oportuna.

Antecedentes familiares

Tienen factores de riesgo, entre otras, las mujeres con antecedentes familiares, que fuman o beben alcohol y si fueron madres después de los 30 años de edad.

En México es gratuita la atención médica preventiva y terapéutica para quienes carecen de acceso a las instituciones de seguridad social.

Aun cuando el sistema de salud enfrenta limitaciones de infraestructura, principalmente de técnicos especialistas en la realización y lectura de las pruebas de detección y de médicos entrenados en el manejo del tumor, las mujeres deben saber que existen opciones y recurrir a ellas para preservar su salud.