Las mexicanas que el fin de semana impusieron récord en el recorrido acuático alrededor de la isla de Manhattan regresaron ayer orgullosas de haber inscrito su nombre en la historia, pero sobre todo ansiosas de lograr nuevos retos en lo individual y como familia.

Fueron 7:40.22 horas las que debieron invertir para restarle más de media hora a la anterior marca (8:11.28) en el periplo de 45.9 kilómetros, lapso en el que no sólo las corrientes y el oleaje, provocadas por el excesivo tráfico acuático, fueron su principal enemigo, sino las condiciones climáticas adversas y el medio ambiente, caracterizado por el humo de las embarcaciones y las mantas de aceite en el mar.

Fue cumplir un reto importante en condiciones adversas, porque desde el día que llegamos se pronosticaba mal tiempo, hubo mucha lluvia, pero afortunadamente cuando lo intentamos hasta salió el sol, recordó Laura Vaca, recordista mundial master en alberca y olímpica de México 68.

La capitana de la expedición acuática expuso que no tienen una agenda definida, pero para 2010 buscarán otros retos en aguas abiertas, porque la magia que tienen es que me hacen sentir en más contacto con la naturaleza, y como espiritual que soy, más cerca de Dios.

Tania Galindo, sicóloga de profesión e instructora deportiva, narró que la subida (ida) nos costó un poco más de trabajo, pero en el regreso (la segunda mitad) hubo factores que nos permitieron nadar más rápido para establecer una nueva marca, además de la buena guía que las llevó por la ruta menos complicada.

Para el entrenador Jorge Villegas, lo logrado por el grupo de mexicanas, integrado además por Ana Elisa Rodal, Susana Villacorta y la suplente Araceli Rodríguez, no es sino una muestra de que en el país se pueden lograr maravillosas hazañas; ojalá más gente se contagie de esta disciplina.