Antes de viajar a España, el marchista Éder Sánchez consideró que quienes lleguen a dirigir los destinos de la Federación Mexicana de Atletismo (FMA) deberán ser honestos y valientes, porque lo que menos necesitan los deportistas son cobardes que se aprovechan de los cargos para satisfacer su intereses personales.

Sánchez calificó de positivo que se haya logrado una solución en el deporte de pista y campo, luego de enterarse que el 25 de este mes habrá elecciones en el seno de la FMA, tras los acuerdos logrados entre las cabezas deportivas del país con la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) y las salidas de los supuestos titulares del organismo: Eduardo Jiménez Cortés y Antonio Lozano Pineda.

El especialista en 20 kilómetros, quien estuvo concentrado en el Centro Ceremonial Otomí, comentó que aunque nunca tuvo problemas con Jiménez ni tampoco careció de apoyos por ser becario del Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA), sí se preocupaba por los deportistas que vienen empujando, quienes recibían negativas de sus entidades o directivos cuando les preguntaban si reconocían como presidente al jalisciense o a Lozano Pineda.

Con impotencia recordó la mala experiencia en el Mundial de Atletismo en Osaka, Japón 2007, al lado de Víctor, su padre y entrenador, al dejarlos solos sin que nadie defendiera por México la medalla de bronce que a la postre perdió tras la protesta de España, para finalmente ocupar la cuarta posición en 20 kilómetros.

Esta denuncia, al igual que otras más que se dieron en ese certamen por el pleito que se traían el entonces presidente de la FMA, Mariano Lara Tijerina, el secretario Alfredo Pérez Carmona, el delegado Isaac García, así como el profesor César Moreno Bravo, miembro de la IAAF, formaron parte del grueso expediente que entregó la velocista Ana Guevara a Felipe Calderón y Carlos Hermosillo, ex director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), lo que propició la renuncia del titular del atletismo.

Ranqueado entre los ocho mejores del mundo en la actualidad, Éder Sánchez se irá con la incertidumbre de que como no hay una cabeza en la FMA debería buscar a su manejador, el español Alberto Armas, para que a por su conducto se le informara a la IAAF sobre su localización para las eventuales pruebas de antidopaje, ya que de no ser encontrado en tres ocasiones, por reglamento se da positivo, como le sucedió hace más de un año, cuando estuvo a punto de ser sancionado precisamente por los problemas en la federación.

El andarín competirá la próxima semana en La Coruña, España, y el 8 de julio en St. Moritz, Francia, para cerrar su preparación rumbo al Mundial de Berlín, en agosto próximo, donde buscará mejorar la cuarta plaza de la justa japonesa.

Por su parte, el entrenador de fondo Rafael Martínez se mostró feliz de que hayan hecho a un lado a Jiménez, al aprovecharse de la coyuntura que había por un festín apoyado por el Comité Olímpico Mexicano.

El estratega de Juan Luis Barrios opinó que además de esa elección deberían reformarse los estatutos para que los atletas y entrenadores tuvieran voz y voto, y no sólo un grupo de gente que se parece a los partidos políticos que elige a sus candidatos mediante contubernios.