Pilotos, directivos, amigos y familiares acudieron ayer al sepelio de Carlos Alberto Pardo Estévez en la agencia Gayosso de Cuajimalpa, donde el dolor y la crítica se combinaron para exigir que no haya más tragedias en el automovilismo nacional.

El internacional Luis Chapulín Díaz hizo un llamado a los pilotos para conformar una asociación, como en Estados Unidos, donde participa, para protegerse de estas situaciones que sólo afectan a competidores y sus familias cuando hay una tragedia.

El daño ya está hecho, dijo Díaz, tras lamentar la muerte de Pardo, al que consideró como un gran compañero, un gran piloto y una gran persona que deja una bonita familia, por lo que su fallecimiento debe ser un llamado de atención para todos los involucrados en el deporte motor.

El Chapulín denunció que las pistas en México “son de veras de risa y los sistemas de seguridad dan miedo; si los pilotos quieren corren en esas condiciones –dijo– les aconsejo que no lo hagan, para que no pase otra fatalidad”, como la ocurrida el domingo en la cuarta fecha de la Nascar México Series, en el óvalo poblano de Amozoc.

Discrepancia

El señalamiento no le agradó al director del serial, Édgar Matute, presente también en el velatorio, quien improvisó una conferencia de prensa en la planta baja de la agencia Gayosso. Algunas pistas probablemente tienen esas características (a las que se refirió Díaz); sin embargo, donde estamos corriendo no las hay. Esto es un accidente y él lo sabía, como todos los pilotos, que son susceptibles de sufrir un accidente en un deporte de alto riesgo.

Precisó que la Nascar Series local no requiere de una asociación de pilotos y menos debe consolidarse a partir de lo sucedido. Esto es un accidente de carrera, insistió.

Para dejar claro que el serial de la categoría stock cars no corre ningún peligro de cancelarse y que en dos semanas se estará corriendo la quinta fecha del campeonato, en Querétaro, Matute, mencionó que desde el día del accidente de Pardo ha estado en contacto permanente con sus homólogos estadunidenses para informarles de las evaluaciones que se han hecho del autódromo Miguel E. Abed.

Sin embargo, El Chapulín no está de acuerdo, ya que se deben analizar todas las cosas que se suscitaron en Puebla, donde “no sólo falló uno, sino muchos (factores) de algo que ya se venía anunciando desde el año pasado en la misma pista, donde ya hubo un accidente y nada pasó, ni siquiera una llamada de atención.

“Espero que ahora sí se actúe, y no decir nada más que (el automovilismo) es un deporte de alto riesgo. Eso no es aceptable. Aquí (las carreras) son un descontrol total por los constantes roces (entre autos), quizá es parte del espectáculo que querían implementar (los mexicanos), pero en otros lugares sí se pueden hacer por las instalaciones, en México no.

Es algo irresponsable decir que son pistas muy seguras, ¿en cuál?, miren lo que acaba de pasar. No estuve ahí, pero por lo que vi en la tele yo sí puedo opinar, dijo indignado Díaz.

Recordó que hace unos años perdió a un amigo cuando su coche se impactó en una cuchilla, como le pasó a Carlos Pardo. Sus deudos pidieron ayer a reporteros y fotógrafos no ingresar a la capilla cuatro, donde se encontraba el féretro con el trofeo que ganó el pasado domingo, cuando su bólido fue impactado por la unidad de Jorge Goeters.

Para Matute, los contactos en estas carreras son parte de la competencia, y aunque hubo miles de accidentes con saldo blanco en la Nascar México, afortunadamente ahora sí nos tocó (sic).

Consideró que el impacto de Pardo fue fulminante, tras chocar de lado con la cuchilla en la que se ingresa a los pits, aunque para aminorar los golpes se decidió poner tinacos de agua.

Matute apuntó que se está viviendo una nueva etapa en el automovilismo y estas son las consecuencias. (La muerte de Carlos Pardo) fue un incidente desafortunado, no fue intencional, fue un accidente, reiteró el directivo, quien informó que ya se le entregó a la viuda del piloto la cantidad de 470 mil pesos por el seguro de vida.

El piloto Rubén García Novoa, muy consternado, dijo que no se debe culpar a nadie del accidente entre dos pilotos que son profesionales y que dieron una carrera espectacular.

No obstante, comentó que Jorge Goeters la está pasando mal y está sufriendo las consecuencias, porque no sabe qué hacer. Aunque él tiene todo nuestro apoyo.

Durante la mañana y tarde se presentaron a dar las condolencias a la familia Pardo Estévez, Carlos Slim junior –dueño del equipo Telcel, con el que alguna vez compitió Carlos–, acompañado de Jimmy Morales; Antonio Tame –mandamás de la escudería Motorcraft, el cual representaba el piloto de 34 años; así como motociclistas y mecánicos, entre otros. Por la noche era esperado el padre del piloto (José Manuel), procedente de España.

Este martes se hará una misa de cuerpo presente en la capilla de la funeraria y posteriormente Carlos Pardo Estévez será cremado a las 13 horas en el Panteón Español.

No hubo fallas de seguridad

Por otra parte, el presidente de la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo (FMAD), José Sánchez Jassen, descartó que el accidente por el que falleció el piloto capitalino haya sido ocasionado por alguna falla del autódromo.

Las medidas de seguridad en el autódromo estuvieron bien; considero que no existió alguna acción antideportiva, por ahí suena algo, pero no existió nada, al contrario, la invasión del carril hacia abajo la hace Carlos, así fueron las cosas, afirmó.

Además, Sánchez Jassen declaró que la FMAD va a seguir apoyando a los deudos de Pardo con nuestra presencia y con el seguro de fallecimiento que tiene la federación para todos los pilotos agremiados y, sobre todo, dándoles fuerza para que esto sea un poquito menos duro, como amigos que somos, aseveró.

Asimismo, coincidió con otros directivos y pilotos en señalar que esto es parte de los riesgos del automovilismo.

En tanto, Jorge Goeters lamentó la muerte de su colega en el accidente en el que ambos se vieron involucrados.

Me siento sumamente mal. Nosotros fuimos compañeros desde niños en el motociclismo, fuimos coequiperos en Fitz Contreras, en 2007; definitivamente no había mala fe, dijo.

Me gustaría poder hablar con Rubén (Pardo, hermano del piloto fallecido), con su familia. Nuestras esposas se llevan muy bien. Quiero ver de qué manera puedo ayudar, porque Carlos deja a una hija en la orfandad, expresó.