Negociación política entre Washington y La Habana, única salida al caso: abogado Pertierra
Acusados habían pedido que el proceso no fuera en Miami, dado el ambiente dominante anticastrista
Martes 16 de junio de 2009, p. 24
Nueva York, 15 de junio. La Suprema Corte de Estados Unidos declinó hoy revisar el caso de cinco cubanos encarcelados por cargos de espionaje, quienes argumentan que se les negó un juicio imparcial por realizarse en Miami, la capital anticastrista. La decisión judicial deja casi como última opción para los cubanos la posibilidad de una salida política negociada entre Washington y La Habana.
Los cinco cubanos fueron arrestados por la FBI en 1998 y sentenciados en 2001 por espionaje a la comunidad cubana de Miami a nombre del gobierno cubano. Antes de su juicio, sus abogados habían solicitado que el proceso fuera trasladado fuera de Miami pues el ambiente dominante anticastrista en esa ciudad imposibilitaba un proceso imparcial, lo cual fue desechado por el juez. Eso fue lo que impugnaban ante la Suprema Corte.
Hoy la decisión de la Suprema Corte de desechar la solicitud de evaluar el caso sin comentario –a pesar de llamados de 10 premios Nobel (entre ellos Günter Grass y Rigoberta Menchú), de agrupaciones internacionales de derechos humanos y de abogados instando a la corte a revisar el proceso– tiene el efecto de ratificar las condenas a los cinco, anulando así uno de los últimos recursos legales de los llamados cinco cubanos
.
Según el gobierno cubano, los cinco realizaban investigaciones sobre las actividades terroristas de sectores anticastristas ligados con figuras como Luis Posada Carriles, con el objetivo de evitar atentados como los bombazos ocurridos en sitios turísticos de La Habana que ya habían costado la vida a un turista italiano entre otros daños. Su información fue trasmitida a la FBI por el gobierno cubano con el propósito de contrarrestar estas actividades ilegales desarrolladas dentro de territorio estadunidense, pero el gobierno estadunidense decidió usar esa información para arrestarlos como espías
.
Fue una terrible noticia, pero no sorprende
, dijo el abogado cubanoestadunidense José Pertierra, experto en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Confirma que en la justicia en Estados Unidos existe una doble norma: tenemos a terroristas como Posada Carriles libre en Miami, y presos a los que intentaban proteger a Cuba de las acciones de los Posada Carriles y otros terroristas
, indicó en entrevista con La Jornada.
Por otro lado varios dirigentes anticastristas en Miami elogiaron hoy la decisión de la Suprema Corte. La representante de origen cubano Iliana Ros-Lehtinen declaró: dejen que esto sea una lección para aquellos que continúan espiando para el régimen cubano y otros patrocinadores estatales del terrorismo; la justicia se llevará a cabo
.
Para Pertierra, quien también es el abogado encargado por el gobierno de Venezuela en su caso de extradición de Posada Carriles, la única opción realista para resolver el caso ahora es una negociación política entre Washington y La Habana.
Explicó que el presidente Barack Obama tiene la potestad de reducir las sentencias de los cinco a tiempo cumplido
(o sea los más de 10 años que han estado encarcelados), y se podría negociar algún tipo de canje de presos entre ambos países. Por un lado se conmutarían las sentencias de los cinco y La Habana podría responder al considerar la liberación de presos acusados de trabajar de manera clandestina para la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba.
Y no sería la primera vez que algo parecido ocurriera entre ambos países, afirma Pertierra. Existe un precedente histórico para una mutua liberación de presos, basada en gestos unilaterales, pero recíprocos
, escribió recientemente Pertierra en un artículo.
Revela que en septiembre de 1979, Estados Unidos unilateralmente liberó a cuatro nacionalistas puertorriqueños, y diez días después Cuba reciprocó y liberó a cuatro ciudadanos estadunidenses que estaban presos en Cuba
, y que entre los años 1978 y 1979 se produjeron conversaciones entre Washington y La Habana sobre un posible canje de presos
.
Pertierra argumenta que como en 1979, actualmente hay un gobierno estadunidense que desea promover un acercamiento con Cuba, y tal vez podría decidir obrar con este precedente.