En la ciudad de México 20 por ciento de los adultos mayores sufren maltrato, sobre todo sicológico, que se ejerce con agresiones verbales que causan daño emocional y aislamiento, y son los hijos los principales agresores, indicaron especialistas durante la cuarta celebración del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso a las Personas Mayores.

El abuso y la negligencia contra la población adulta mayor es un problema de derechos humanos y de salud, consideró Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto de Geriatría.

El maltrato contra los ancianos es un problema universal, se presenta en todos los estratos sociales y se deben adoptar acciones para identificarlo, dijo en conferencia de prensa.

Gutiérrez Robledo destacó que de acuerdo con datos de la encuesta realizada en 2006 por El Colegio de México y el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM , cerca de 20 por ciento de los adultos mayores en la ciudad de México sufre algún tipo de violencia. En el país se estima que este grupo social suma más de ocho millones, 7 por ciento de la población.

Por su parte, Sara Aguilar Navarro, especialista de la Clínica de Geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó que se entrevistó a 385 personas mayores de 60 años, con el objetivo de conocer la prevalencia del problema y el principal tipo de maltrato que sufre este sector de la población.

Los resultados arrojaron que en primer lugar se encuentra el maltrato sicológico, que ocurre en cualquier contexto social, por ejemplo en la familia, donde los hijos son los principales agresores; así como en instituciones públicas y privadas, y en la sociedad en general.

Perfil de las víctimas

Los especialistas consideraron necesario promulgar una legislación para la protección jurídica de las personas de la tercera edad, con el fin de que no sean defraudados económica ni socialmente, y que se les fomente la cultura de la denuncia.

El perfil de la víctima de maltrato es una mujer de más de 75 años, pasiva, complaciente, impotente, dependiente y vulnerable, que está sola o aislada y tiene un bajo nivel de autoestima, carece de opciones para vivir en otro lado o de escapar de la situación.

Gutiérrez Robledo sostuvo que la mayoría de los adultos mayores que sufren vejaciones de sus familiares temen denunciar porque sienten que traicionan a sus hijos, o porque puede ser contraproducente y prefieren callar.

Dijo que hay un déficit de geriatras, ya que en todo el país hay alrededor de 300, y se requieren 10 veces más de estos especialistas para atender de forma adecuada a las personas de la tercera edad, las cuales, por la tendencia poblacional, cada vez serán más.

En tanto, Ana Gamble, coordinadora de gerontología del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores del Gobierno del Distrito Federal, detalló que en esta ciudad se avanza en la atención a los ancianos por medio de un marco normativo con leyes específicas y con programas, como las pensiones que se entregan a 438 mil personas mayores de 65 años.