Ginebra, 15 de junio. Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se declararon hoy determinados a mantener estrecha cooperación para aclarar el accidente del avión de Air France en que viajaban 228 personas y que cayó en aguas del Atlántico el pasado primero de junio.

Los dos mandatarios almorzaron juntos en Ginebra, al margen de la minicumbre sobre la crisis económica que organiza la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el encuentro, acordaron continuar muy activamente la cooperación para aclarar lo ocurrido con el Airbus, precisó la presidencia francesa a la prensa.

También se declararon determinados a ofrecer a los familiares de las víctimas las explicaciones y la asistencia que necesiten, añadió la fuente.

Posteriormente en conferencia de prensa, Lula precisó que lo más importante ahora es encontrar las cajas negras para determinar lo que ocurrió.

Por otro lado, el consulado de Francia en la ciudad brasileña de Recife rectificó la noche de este lunes la información proporcionada por el embajador especial, Pierre-Jean Vandoorne, quien dijo que habían sido identificados los primeros cadáveres.

Según el consulado francés, hubo un malentendido con respecto a lo dicho por Vandoorne y lo que sí se sabe es que entre las víctimas analizadas por peritos del Instituto Médico Legal de Recife no hay ciudadanos franceses.

Vandoorne, quien fue designado por el gobierno francés para atender a las familias de las víctimas, dijo durante la tarde que habían sido reconocidos los primeros cuerpos, sin especificar cuántos fueron.

Por lo pronto, Air France remplazó todas las sondas Pitot de sus Airbus A330 y A340 –las cuales permiten medir la velocidad en vuelo y que al parecer causaron la catástrofe– por modelos de nueva generación, declaró Erick Derivry, vocero del SNPL, el sindicato mayoritario de la aerolínea.