La suspensión del debate entre los dirigentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), Beatriz Paredes Rangel y Germán Martínez Cázares, respectivamente, puso nuevamente en evidencia la división existente entre los integrantes del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE).

Mientras el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita, aseguró que no presionó a los involucrados, sino alertó que un debate entre dos líderes partidistas, transmitido por la televisión, podría constituir una violación a ley, el consejero Marco Gómez Alcántar señaló que el árbitro electoral debe aportar soluciones y no ser un obstáculo para la realización de ese tipo de encuentros.

El IFE debe promover la realización de debates, porque con ello coadyuva a la promoción del voto, de ideas y de propuestas. No sería la primera vez que ocurriera un encuentro entre dos; no veo ningún problema en que ellos se hayan puesto de acuerdo para debatir, afirmó.

Señaló además que Valdés Zurita no consultó con el resto de los integrantes del Consejo General acerca de la decisión de enviar cartas a los partidos políticos involucrados y a la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), misivas en las que se advierte sobre una eventual violación legal. A mí no me consultaron; no conozco las razones por las cuales se sugirió que podría haber afectaciones a la equidad, comentó Gómez Alcántar en entrevista.

La normatividad electoral señala que en tiempo de campaña el IFE se convierte en el administrador único de los llamados tiempos oficiales; actualmente se dispone de 48 minutos al día en cada estación de televisión y un lapso igual en radio. Establece también que los partidos no pueden comprar ni recibir en donación tiempos en los medios de comunicación electrónicos.

El consejero Marco Antonio Baños Martínez precisó que un debate de esa naturaleza (como el pretendido entre PRI y PAN) no está regulado en el código electoral (ese libro sólo precisa detalles para los encuentros entre candidatos a la Presidencia de la República); en ese contexto, consideró que no existe vulneración a la norma en un acto entre dos dirigentes partidistas.

Ningún consejero se pronunció por reventar el foro; no es nuestra pretensión, sino generar condiciones para una competencia lo más abierta y amplia posible entre los partidos políticos, indicó Baños Martínez.

El consejero presidente coincidió con Marco Antonio Baños en el sentido de que no había claridad sobre el mecanismo a utilizar en el referido debate, y en cambio sí podría haber una posibilidad de violación a la legislación en la materia.

Los partidos, dijo en entrevista Valdés Zurita, tienen toda la libertad de decidir en qué términos confrontan sus propuestas, pero lo que sí debe quedar claro es que si el IFE interviene en la organización de un acto de esa naturaleza, debe partir de la participación de todos los partidos políticos registrados.

A su vez, Juan Ignacio Zavala, representante del PAN para el debate, rechazó que esté muerta la posibilidad del encuentro, aunque aceptó que no es sencilla su organización en un momento en el que vienen los cierres de campaña.

Zavala consideró que la negativa de la CIRT a transmitir el debate no obedeció tanto a las cartas de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Social Demócrata (PSD), sino que el IFE hizo comentarios de tipo amenazante diciendo que el encuentro podía afectar la equidad.

Insistió además en que sólo participarían el PAN y el PRI en este primer encuentro, y descartó que esto lo haga inequitativo, dado que se trata de un acto que están organizando los propios institutos políticos.

Mientras el PSD solicitó al IFE un debate en donde participen los presidentes nacionales de las ocho fuerzas políticas del país, el dirigente del PRD, Jesús Ortega, calificó de triunfo para su partido la suspensión del encuentro.