La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) recibió con júbilo el anuncio de que la arquidiócesis de México contrademandaría a quienes han interpuesto juicios en contra del cardenal Norberto Rivera Carrera, por presunto encubrimiento de los abusos sexua- les cometidos por el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, en la década de los 80 del siglo pasado en perjuicio de cerca de 100 menores de edad.

En entrevista, el abogado José Bonilla, fundador de SNAP, consideró que la acción legal de la Iglesia sería una oportunidad de oro que nos daría el cardenal para reconvenirlo o contrademandarlo, y por fin tenerlo ante un tribunal mexicano y allí poder exhibir todas las mentiras que ha dicho.

No obstante, consideró que lo anunciado por el litigante Armando Martínez Gómez, presidente del Colegio de Abogados Católicos, podría finalmente no concretarse, ya que todo lo que dicen es jarabe de pico.

Expresó que si la Arquidiócesis de México optara realmente por entablar un juicio, nada nos haría más felices que ver esa demanda.

De concretarse esa acción judicial comprobaríamos que el prelado miente, ya que mientras el cardenal Roger Mahony declaró que Rivera Carrera nunca le avisó de la homosexualidad de Aguilar cuando fue trasladado a la arquidiócesis de Los Ángeles, el cardenal Rivera dice que sí lo hizo; entonces alguien está mintiendo y con esta omisión se posibilitó que el clérigo abusara de niños también en Los Ángeles.

En este marco de denuncias y del encarcelamiento de un sacerdote ciberpederasta, ayer el cardenal Rivera inauguró el Año Sacerdotal en la Basílica de Guadalupe y en su homilía manifestó que la mayor parte de los clérigos son personas dignísimas dedicadas a su ministerio, pero reconoció que es verdad que algunos hermanos sacerdotes, en un porcentaje muy pequeño, se han visto implicados en graves problemas y situaciones difíciles.

De igual forma, el cardenal reconoció que en la Iglesia y entre sus ministros hay situaciones problemáticas, pero llamó a resaltar lo positivo, porque la mayor parte de los sacerdotes siguen el ejemplo de Cristo, consideró.

Hay situaciones, nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. Ante estas situaciones lo más conveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades de sus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios, plasmado en espléndidas figuras de pastores generosos, religiosos llenos de amor a Dios, expresó Rivera Carrera.

Fuentes de la arquidiócesis descartaron ayer la emisión de un pronunciamiento oficial sobre la denuncia y dijeron que la razón es porque no les vamos a seguir el jueguito, ya que esto es un negocio, y si supuestamente quieren justicia que demanden al sacerdote presuntamente implicado en el caso.

No obstante, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) colocó un comentario a su página web, en el cual calificó de calumnia los señalamientos hechos en contra del jerarca católico, el cual –indica– en un juicio anterior ya fue exonerado y habló de no hacer juicios erróneos.

En tanto, Bonilla descartó que lo que busque SNAP –y ahora el nuevo denunciante estadunidense, el cual dijo está asesorado por otros litigantes–, sea dinero y acotó que si los mexicanos afectados hicieran denuncias aquí, no pasaría nada; este tipo de procedimientos sólo tiene éxito en donde se cumple la ley y no hay influencia de los jerarcas católicos.

Al preguntársele por qué no se hacen las denuncias directamente contra el presunto agresor sexual, el abogado expuso que dicho “cura ha sido demandado ya y está prófugo de la justicia, él está siendo protegido por la arquidiócesis de México –dicen que incluso sigue oficiando misa en la sierra de Puebla–: si lo ubicáramos lo presentaríamos ante la justicia”.

Sobre esto, el padre José de Jesús Aguilar, encargado de la subdirección de Radio y Televisión del Arzobispado de México, señaló que las denuncias deberían presentarse directamente sobre el sacerdote, pero no en contra del cardenal, el cual nunca ha ocultado nada. Con respecto a lo asegurado de que los demandantes sólo buscan dinero, el clérigo comentó que en Estados Unidos se han tranquilizado estas situaciones con indemnizaciones.