Domingo 21 de junio de 2009, p. a20
La noche que Eduardo Galeano visitó La Jornada, en marzo pasado, rápidamente corrió la voz de que el escritor uruguayo estaba en la redacción intercambiando anécdotas con la gente que hace el periódico. En su trayecto, se encontró con el que esto escribe y preguntó:
–¿Y tú qué haces?
–Soy redactor de la sección Mundo.
–¿Firmas tus notas?
–Soy anónimo.
–Anónimo... Los periódicos en todo el mundo los hacen los anónimos.
–Orgullosamente.
Galeano vestía esa noche un pantalón de mezclilla, una camisa de algodón y le colgaba la punta de un cinturón de cuero.
Su apreciación sobre los que elaboran publicaciones periodísticas se basa en su experiencia como periodista en su natal Uruguay y en Argentina.
Pero no sólo eso. En su condición de escritor, Galeano tiene siempre presente a aquellos que no aparecen en primera plana, a los que viven en carne propia las crisis, las invasiones, la devastación y el saqueo de recursos naturales en los lugares más remotos.
Esa sensibilidad para percibir el otro lado de la historia de los pueblos es lo que mantiene vivo el interés público por Las venas abiertas de América Latina, un clásico escrito en 1970 y publicado al año siguiente, que ha vuelto a los primeros lugares de ventas tras de que el presidente Hugo Chávez obsequió un ejemplar a Barack Obama, en marzo.
El libro, que explica la estructura contemporánea del despojo
y sus raíces históricas ha sido revisado tres veces por el autor y acumula 76 reimpresiones y traducciones a 20 idiomas. Su narrativa histórica literaria es única por la ironía y la profundidad desgarradora de los hechos que cuenta, lejos de la visión de los poderosos y sus intereses. Su repaso de la vida de América Latina puede servir a Obama y a cualquier anónimo lector como una lección de lo que no debe repetirse jamás.
Título: Las venas abiertas de América Latina
Autor: Eduardo Galeano
Editorial: Siglo XXI
Número de páginas: 379
Precio de lista: 220 pesos