Londres, 21 de junio. Los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Alemania criticaron hoy al de Irán por impedir las manifestaciones de protesta contra un presunto fraude electoral en los recientes comicios presidenciales.

Mientras, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se respete a Irán, y advirtió que las acusaciones de las potencias occidentales intentan socavar la fortaleza de la revolución iraní.

A su vez, el presidente Barack Obama, cuestionado por la oposición republicana debido a la cautelosa reacción de su gobierno ante dicha crisis poselectoral, se reunió este domingo durante media hora con asesores de política exterior con el fin de conocer el desarrollo de los acontecimientos en Irán.

Barack Obama no hizo declaraciones sobre la situación iraní, pero un portavoz de la Casa Blanca dijo que el presidente reiteró su preocupación acerca de la violencia.

El presidente estadunidense evitó las reacciones precipitadas sobre los resultados oficiales que dieron como vencedor a Mahmud Ahmadinejad con 64 por ciento de los sufragios contra 34 de Mirhosein Musavi.

Durante la semana, Obama respaldó el derecho a la libre expresión de los opositores, pero no hizo acusaciones sobre el supuesto fraude.

En contraste, la canciller alemana, Angela Merkel, pidió enérgicamente a Teherán autorizar las manifestaciones pacíficas y no ejercer violencia contra los opositores.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, también entró en el terreno de la política interior iraní al pedir firmemente a los dirigentes iraníes que procedan a un recuento de votos.

El canciller británico, David Miliband, rechazó categóricamente la idea de que los manifestantes en Irán estén manipulados o motivados por países extranjeros, como aseguró el gobierno iraní, en referencia directa a agentes de inteligencia británicos infiltrados en el país centroasiático.

De su lado, Chávez insistió, sin mencionar nombres, en que los gobiernos europeos occidentales tratan de manchar el triunfo de Ahmadinejad. Además del venezolano, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, se pronunció esta semana en favor del respeto a los resultados dados a conocer por el gobierno iraní.