Belfast. Alrededor de 100 inmigrantes rumanos decidieron salir de Irlanda del Norte tras haber sufrido una serie de agresiones racistas que los obligaron a huir de sus domicilios, informó la ministra de Desarrollo Social, Margaret Ritchie. Agregó que 25 de ellos ya se fueron y que otros 75 se disponen a marcharse, y que sus boletos aéreos están siendo pagados con fondos gubernamentales de emergencia. El 15 de junio, familias rumanas debieron refugiarse en una iglesia protestante, que también fue atacada con piedras por jóvenes que gritaban consignas nazis.