Ante la queja del empresario Alejandro Martí de que el cambio de partido en el gobierno federal no ha desmantelado el andamiaje político de impunidad y corrupción en el país, el presidente Felipe Calderón respondió que bajo su gobierno estas redes no están intocadas y tampoco es momento de dar un paso atrás.

Si bien reconoció que la política tiene un saldo pendiente con la ciudadanía, señaló que la ausencia de los mejores ciudadanos en la política también crea la presencia de los peores políticos, y coincidió con Martí en que esto puede derivar en la tentación de caer en regímenes autoritarios que tanto daño le han hecho al país.

Con las elecciones en puerta, expuso que ante la alternativa de seguir adelante o de permitir el regreso a la práctica de la tolerancia del gobierno frente a la corrupción y la impunidad, no es momento de bajar los brazos y claudicar, ni de voltear la cara o hacerse de la vista gorda como algunos políticos pretenden.

En la inauguración del foro nacional Seguridad con Justicia, Calderón y el presidente de la organización México SOS confrontaron posiciones en cuanto a la situación de la seguridad en el país. Martí, cuyo hijo Fernando fue secuestrado y asesinado en junio de 2008, aseguró que la ciudadanía está victimizada por dos frentes hostiles: el delito y la ineficacia de los políticos en el combate el crimen, así como el agotamiento del sistema penal.

Alertó que esa situación puede llevarnos al grave riesgo del desencanto ciudadano con la democracia y a que se abra a tentaciones de opciones autoritarias. Además, la infiltración de la delincuencia en la policía y la política propicia la duda en la legitimidad de las instituciones.

Atrincherados en mezquinadades

Criticó a los representantes populares que están atrincherados en sus mezquindades políticas, y llevó más allá su reclamo al señalar que en 2000 la ciudadanía dio impulso a la transición democrática; sin embargo, “las estructuras siguen intocadas y lo siguen para los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El sistema de privilegios persiste y se reproduce, el equilibrio entre poderes no ha logrado construirse de manera eficaz, parcelando para cada uno de ellos su propio sistema de privilegios, afirmó ante los titulares de los tres poderes de la Unión, incluidos el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y el diputado priísta César Duarte, además de integrantes del gabinete de seguridad.

No más gobiernos sin ciudadanos, repitió, aunque aclaró que ello no implica ir contra el sistema de gobierno, sino trasladar el costo de la ineficacia y la impunidad a los partidos políticos.

Al hacer acuse de recibo, el michoacano afirmó que las redes de delincuencia no están intocadas ni son intocables, y tampoco se ha quedado cruzado de brazos ante los grupos delictivos en estados y municipios.

En una parte de su alocución, el jefe del Ejcutivo federal dejó a un lado su discurso escrito e improvisó, al reconocer que son muchos los servidores públicos que han caído en la corrupción, en la componenda y en la complicidad, pero también aseguró que es hora de reivindicar la participación ciudadana.

Desde la perspectiva del panista, la política no puede ni debe reducirse al sufragio, sino convertirse en una democracia útil. Por eso abogó en favor de cambios institucionales para que partidos políticos y representantes populares cumplan sus compromisos y respondan con hechos al electorado.

Llamó a los ciudadanos a participar en los asuntos públicos.No es la solución alejar a la ciudadanía de la política; no permitamos que se ahonde esta brecha hasta que sea imposible de cerrarse, hasta que sólo venga, como dice Alejandro (Martí), la tentación de regímenes autoritarios, reiteró.

Más allá de lo que ocurra el 5 de julio, convocó a comprometerse a no ser un agregado de 105 millones de habitantes que simplemente coexisten, sino a ser ciudadanos responsables de las decisiones colectivas.

Fue interrumpido por aplausos del público cuando se sumó a la propuesta del grupo que encabeza Martí de que se permita la relección de los legisladores, al recordar que presentó dicha iniciativa cuando era diputado.

Más tarde, en la comida anual con integrantes de la comunidad libanesa, a la que no asistió el empresario Carlos Slim, el Presidente insistió en que México optó por lo correcto al enfrentar al crimen organizado y levantar una alfombra bajo la cual se habían ocultado enormes cantidades de basura.

Reconocido por el presidente del Centro Libanés, Miguel Serio, por tener muchos pantalones, Calderón presumió su política de seguridad e incluso retó a los comensales a encontrar una película de acción donde se hayan descubierto más de 200 millones de dólares en un solo lugar, en referencia al dinero decomisado a Zhenli Ye Gon.