Pese a ataques rebeldes, Bagdad dice que el repliegue militar es una victoria para el país
Sábado 27 de junio de 2009, p. 22
Bagdad, 26 de junio. Al menos 14 personas murieron y 57 resultaron heridas este viernes en dos atentados en esta capital, cuando faltan pocos días para el repliegue de las tropas estadunidenses de todas las ciudades de Irak, programado para el 30 de junio.
El atentado que causó la mayoría de las víctimas fue perpetrado en el mercado de Nahda, en donde perdieron la vida 13 personas y 54 resultaron heridas, señalaron las autoridades.
Según informaron los ministerios del Interior y de Defensa, el ataque se produjo cuando una bomba colocada en una moto estalló en el mercado.
Un responsable del hospital Kindi dio parte de ocho muertos y 40 heridos
, en tanto que uno de sus colegas de otro hospital, el de Neurocirugía, señaló el ingreso de cinco muertos y 14 heridos
.
Ese mercado, especializado en la venta de motocicletas y bicicletas, abre los viernes, día de plegaria para los musulmanes.
El otro atentado, ocurrido en el sureste de Bagdad, también fue realizado con una moto bomba y mató a una persona e hirió a tres, informó el Ministerio del Interior.
Es casi el mismo método utilizado el miércoles pasado en el barrio chiíta de Ciudad Sadr, en esta capital, donde la explosión de una motocicleta con un remolque cargado de explosivos cubiertos de legumbres mató a 62 personas, entre las cuales había niños y mujeres, y dejó 150 heridos.
Estos atentados tienen lugar cuando faltan pocos días para la retirada las tropas estadunidense de las ciudades iraquíes, prevista el 30 de junio.
Pese a que el gobierno afirmó que el repliegue de las tropas de Estados Unidos –que invadió Irak el 20 de marzo de 2003– representa una victoria para el país porque recupera su soberanía, muchos iraquíes tienen poca fe en sus propias fuerzas.
El sábado pasado, 72 personas perdieron la vida en la norteña provincia de Kirkuk, cuando un atacante suicida hizo estallar su camión cargado con una tonelada de explosivos y destrozó el centro de la localidad de Taza. En una semana, la ola de violencia dejó más de 200 víctimas fatales.
Analistas señalan que la violencia actual está lejos del nivel de matanza sectaria entre 2006 y 2007, pero las fuerzas iraquíes poco experimentadas y la dividida clase política aún enfrentan importantes desafíos en seguridad.