En el contexto del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la arquidiócesis de México criticó la aprobación de marcos jurídicos que permiten portar ciertas cantidades de enervantes para consumo personal. Dijo que esa droga inevitablemente llega a los consumidores después de dejar una estela de muerte y violencia.

Apuntó que no se entiende que pese a que la lucha contra el narcotráfico ha acabado con muchas vidas y demandado diversos esfuerzos se tengan leyes permisivas.

Resultan incoherentes en el cotexto de esta valiente política de combate a las drogas, aquellas leyes que permiten a los consumidores portar ciertas cantidades de veneno para su propio consumo, como si estas dosis aparecieran en los bolsillos de los dependientes por arte de magia, sin pasar por toda una larga cadena ensangrentada que va desde la producción de drogas a la distribución y el consumo.

Pide a los delincuentes que se conviertan

También hizo un llamado a quienes se dedican al acto ilícito de traficar estupefacientes y a delincuentes en general a convertirse al catolicismo, pero sobre todo a practicarlo a cabalidad a fin de que dejen de practicar esas actividades que dañan a millones. Pero también les recordó que al dedicarse a esta actividad, o al secuestro y delincuencia organizada en general, están cometiendo un gravísimo pecado mortal, porque causan daños irreparables a la sociedad.

¡Conviértanse! Ha sido el llamado del Papa amigo de México para todas aquellas personas que ponen en peligro la salvación de sus almas pues ellos, de cada uno de sus actos, tendrán que dar cuentas a Dios.

Esta demarcación eclesiástica, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, aseveró que es aberrante que se conmemore este día y existan grandes esfuerzos nacionales e internacionales en contra de este tráfico ilícito, pero al mismo tiempo se permita portar cantidades específicas de ciertas drogas.

La lucha contra este mal social ha dejado centenas de muertos y todos los días se libra una batalla frontal contra el narcotráfico y las adicciones que llevan a una muerte segura a la juventud y a todos los consumidores.

La arquidiócesis instó a crear conciencia de los perjuicios que genera el consumo de drogas y su tráfico y convocó a la población a apoyar a los que han caído en las redes de los enervantes.