Ante la crisis alimentaria, financiera y climática, los gobiernos deben volver a invertir en la agricultura montos similares e incluso mayores a los que destinaron en la década del impulso a la revolución verde, así como establecer mejores políticas sobre seguridad de la tierra, derechos laborales y equidad entre hombres y mujeres para reducir la pobreza en el sector rural, sostuvo Oxfam Internacional.

El organismo desmiente a los analistas que se pronuncian por la liberación del comercio y de las inversiones extranjeras ante una agricultura que ya no funciona pues, según argumentan, los vínculos con otros sectores se han debilitado, los mejores avances tecnológicos ya están agotados y los campesinos pobres deberían dejar su actividad.

En el informe Invertir en la pequeña agricultura es rentable, Oxfam Internacional sostiene que las ventas y exportaciones procedentes del agro constituyen una de las principales fuentes de ingresos para muchos países pobres, que en algunos casos ascienden hasta 40 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Dolores Rojas, portavoz de Oxfam México, comentó que desde hace cinco lustros el país privilegia a los grandes consorcios y empresarios agrícolas, y ha gastado 80 mil millones de dólares en la importación de alimentos, generando un déficit de mil 435 millones de dólares en la balanza comercial agroalimentaria.

En aras de las ventajas comparativas –señala–, el presupuesto público se ha orientado a fomentar la producción de comestibles de exportación para generar divisas, y prácticamente ha dejado en el abandono a los productores de menor escala, quienes padecen las consecuencias de la competencia desleal.

La Red de Productores de las Chinampas –en Xochimilco, uno de los últimos reductos de producción agrícola en la ciudad de México– demuestra que pese a la falta de respaldo de las autoridades, logran generar ingresos y vivir de su actividad. Nuestro trabajo es tan importante como el de un gran productor, porque también generamos alimentos para la población, dijo Víctor Hugo Romero, quien a sus 29 años lucha por rescatar la cultura milenaria de la agricultura en las chinampas. No importan los altibajos; aquí todo el año hay de cuatro a cinco cultivos en estas pequeñas parcelas flotantes, pero es fundamental la organización y las alianzas para una adecuada comercialización, abundó.

El informe de Oxfam Internacional, realizado por Emely Alpert, Melinda Smale y Nelly Hauser, asegura que el crecimiento de la agricultura reduce los precios de los alimentos, actúa como multiplicador en las economías locales y genera salarios más altos en el sector, entre otros.