Crisis nerviosas y una fuerte movilización de cuerpos de emergencia provocaron ayer una serie de explosiones ocurridas a consecuencia de cortocircuitos en el cableado eléctrico subterráneo en la esquina que forman las calles de Madero y Palma, en el Centro de la ciudad.

Testigos relataron que hubo al menos seis fuertes detonaciones, una de las cuales provocó llamas hasta de tres metros de altura que dañaron la fachada de un edificio comercial, que momentos antes había sido desalojado.

De acuerdo con personal de la Secretaría de Protección Civil al menos 350 personas tuvieron que ser evacuadas en una manzana completa, además de que Roberto García, de 69 años de edad, fue internado en el hospital Rubén Leñero, ya que por la impresión aparentemente sufrió un infarto, además de que se atendió a por lo menos tres personas por crisis nerviosas.

Asimismo, dos trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) resultaron intoxicados a consecuencia de otro flamazo cuando realizaban pruebas para ubicar el cortocircuito, por lo que fueron atendidos en el lugar.

Las explosiones comenzaron alrededor de las dos y media de la tarde, por lo que personal de Protección Civil, Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, cuerpo de bomberos y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública empezaron a desalojar a quienes se encontraban en los edificios cercanos, como restaurantes, joyerías y almacenes, mientras trabajadores de Luz y Fuerza del Centro trataban de ubicar el cortocircuito.

Las calles de Madero y Palma fueron acordonadas, se pidió a los establecimientos de comida que no abrieran las llaves de gas, además de que se cortó el fluido eléctrico.

Aldo Reyes, gerente de uno los comercios ubicados en el edificio que sufrió mayores daños por la explosión, relató: empezó a tronar el piso, bajamos a ver qué pasaba, pero no había humo ni nada, hasta que un trabajador de LFC nos explicó.

Comerciantes y trabajadores de la zona recordaron que estos incidentes son comunes en el Centro Histórico y se quejaron de que sólo cuando son aparatosos acuden las autoridades al lugar, por lo que demandaron que se dé mantenimiento al cableado subterráneo ante que ocurra una tragedia.

Angela Bediana Esparza, también comerciante, explicó que esto pasa muy seguido, cuando empieza a oler a quemado es que algo va a pasar.

De acuerdo con la Secretaría de Protección Civil, el incidente fue provocado por la acumulación de basura y agua en el registro a causa de las fuertes lluvias que inundaron parte del sistema de cables subterráneos.