Viernes 3 de julio de 2009, p. 10
La disyuntiva entre anular el voto o elegir a un candidato registrado por el Instituto Federal Electoral no representa diferencia, pues al final han sido los partidos los que desde hace años anulan la representatividad al no asumir responsabilidades y compromisos reales ante los electores, afirmó Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Al participar en el seminario Voto válido, voto nulo: responsabilidad ciudadana, el ex procurador general de la República resaltó que los verdaderos anulistas son los partidos políticos, por responder más a intereses particulares que a los de la sociedad. Yo voy a invalidar mi voto, pero los partidos lo anularon desde hace muchos años. Primero nos piden que votemos por ellos y que después exijamos cuentas, pero al rechazar la relección se opusieron a eso.
En su turno, Lorenzo Córdova, también del IIJ, aseguró que el voto nulo representa el rechazo de la sociedad a una clase política que no la representa.
Indicó que el efecto de los sufragios anulados es que se sumarán al conteo total durante los comicios, lo que hará más difícil que algunos partidos alcancen el 2 por ciento que exige la ley para mantener su registro. Sin embargo, resaltó que se trata de un voto minusválido
al no lograr efectos jurídicos, pues las curules se distribuirán de todas formas.