Considera la acusación parte de una guerra de baja intensidad
somos revolucionarios, no delincuentes
Viernes 3 de julio de 2009, p. 14
Oaxaca, Oax., 2 de julio. El Ejército Popular Revolucionario (EPR) negó haber secuestrado al empresario español Manuel Horacio Rodríguez Díaz, radicado en Oaxaca desde hace más de medio siglo, como denunció al diario asturiano La Nueva España.
Nuestro partido renunció a esas acciones de recuperación de fondos hace más de 15 años, determinación que se ratifica en nuestro primer congreso nacional y se hace público
, señaló en un comunicado.
Rodríguez Díaz dijo al diario español que el grupo armado y no la delincuencia organizada fue el autor de sus raptos ocurridos en 2008 y de otro sucedido en 1998.
Ha sido un secuestro durísimo, más que el primero que sufrí en 1998. Aparte de más largo, me tuvieron amarrado con cadenas, en una celda de un metro por dos con 40, comiendo, durmiendo y haciendo mis necesidades en el suelo
, señaló.
El EPR sostuvo que la fuente principal de su trabajo político de organización y dirección es sustentado política y económicamente por el pueblo, “y sobre todo con el invaluable elemento humano por medio de nuestra estructura partidaria, simpatizantes y colaboradores de los distintos sectores sociales.
Consideramos que ningún grupo u organización que se precie de revolucionaria podría haber mantenido en las condiciones que describe al señor Manuel Horacio Rodríguez Díaz
, señaló.
Mencionó que la acusación del empresario español se da en el contexto del recrudecimiento de la guerra de baja intensidad, tanto en México como en toda Latinoamérica, y sobre todo de la oprobiosa falta de respuesta
del gobierno ilegítimo de Calderón a través de su Secretaría de Gobernación a la comisión de mediación con respecto a la exigencia de presentación con vida y en libertad de sus compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
El grupo armado negó su participación en todo hecho de privación de la libertad acciones de secuestro y advirtió “de la colusión de policías con bandas de secuestradores, como se está dando en el tráfico y distribución de drogas y otros hechos delincuenciales, donde por un lado u otro siempre brota un elemento policiaco o funcionario encargado de la procuración de la justicia involucrado como parte activa integrante de bandas de criminales.
No somos delincuentes, somos revolucionarios que nos movemos por principios ideológicos y ético-morales
, remarcó.