El monto de remesas que llega al país y que constituye la segunda fuente de divisas después de la exportación de petróleo, tendrá una merma este año cercana a 4 mil millones de dólares, calculó este viernes BBVA Bancomer, el principal intermediario de esos fondos en el país.

La institución indicó que uno de cada cinco mexicanos que trabaja en en Estados Unidos lo hace en el sector de la construcción, lo que explica la forma en que se contrajo el flujo de remesas, por ser ese una de las actividades más golpeadas por la crisis

El miércoles pasado, el Banco de México reportó que en mayo el flujo de dinero enviado por trabajadores desde Estados Unidos a sus familiares fue de mil 900 millones de dólares, cantidad que mostró una disminución a tasa anual de 19.8 por ciento, la caída más pronunciada desde 1996.

En los primeros cinco meses de este año, las remesas familiares sumaron 9 mil 155.9 millones de dólares, 11.2 por ciento menos que en el periodo comparable de 2008. El año pasado, llegaron al país, por esta vía, recursos por 25 mil 137 millones de dólares.

Con el comportamiento de las remesas en los primeros cinco meses del año se mantiene nuestro pronóstico de que la cifra de 2009 será inferior en 15 por ciento a la de 2008, lo que significa una merma en el flujo de fondos por 3 mil 770 millones de dólares, comentó Juan Luis Ordaz Díaz, analista de BBVA Bancomer.

El especialista consideró que las medidas impuestas por las autoridades a finales de abril y principios de mayo para hacer frente a una epidemia causada por un nuevo tipo de gripe, y que incluyeron suspensión de clases, cierre de restaurantes y centros de diversión y reducción de actividades en oficinas, pudieron afectar el flujo de remesas.

Sin embargo, puntualizó que la caída observada recientemente obedece sobre todo a la situación de crisis económica en Estados Unidos, que “ha afectado fuertemente a los hispanos”, entre quienes la tasa de desempleo en el último mes fue de 12.2 por ciento, superior al promedio estadunidense, de 9.2 por ciento de la población activa.

Respecto de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, a partir de la crisis sus niveles de desempleo se han incrementado y sus horas de trabajo reducido, mientras sus salarios permanecen estancados, añadió.

Las mayores pérdidas de empleo para los migrantes mexicanos se han presentado en el sector de la construcción, que concentra a alrededor de 20 por ciento (uno de cada cinco) mexicanos que trabajan en Estados Unidos, señaló.

El inicio de casas nuevas en Estados Unidos está altamente correlacionado con el comportamiento de las remesas que llegan a México. Este indicador ha comenzado a dar ciertas muestras de estabilización, por lo que consideramos que las remesas podrían presentar una modesta recuperación hacia el último trimestre del año, comentó.