San Cristóbal de las Casas, Chis. 3 de julio. La presencia de una caravana civil de observación en el municipio autónomo zapatista Comandanta Ramona puso otra vez de relieve la situación de conflicto en la región de ríos y balnearios comprendida entre Chilón y Palenque.

Después de permanecer en el centro turístico El Salvador, en tierras recuperadas del ejido Agua Clara, la Caravana de Observación y Solidaridad con la Comunidades Zapatistas, de la otra campaña, dio a conocer un reporte donde registra las acciones hostiles de que fueron objeto en Agua Clara por parte de campesinos priístas, quienes intentaron impedir el paso a la caravana y a una delegación de la junta de buen gobierno (JBG) Torbellino de nuestras palabras, del caracol de Morelia.

La caravana, integrada por personas de México, Estados Unidos, Austria, Francia, Argentina y Alemania, permaneció del 22 al 26 de junio en el balneario El Salvador, en Agua Clara, a cargo de la JBG y resguardado por bases de apoyo zapatista, después de recuperarlo en octubre pasado.

La caravana pudo constató “el clima de hostigamiento contra los pueblos zapatistas y la otra campaña”. El 22 de junio nos dirigíamos a El Salvador guiados por una camioneta de la JBG cuando fuimos interceptados por grupos priístas que tienen instalado un retén a dos kilómetros del balneario; dejaron pasar a la camioneta de la JBG, deteniendo al autobús de los caravaneros, pretendiendo cobrar 20 pesos por persona para dejarnos pasar.

Al mismo tiempo, unas 15 personas se abalanzaron sobre la camioneta de la JBG de forma amenazante. Dado que las hostilidades contra la camioneta de la JBG se hicieron más fuertes, decidieron retirarse al crucero de Agua Azul, donde se localiza la sede de la región autónoma San José en Rebeldía.

Allí había un camión de la policía del estado y siete agentes estatales con sus armas de cargo y, detrás del autobús, una camioneta de la Policía Federal Preventiva. Esto es prácticamente lo normal en la zona, permanentemente patrullada por policías y militares. Algunos parajes del ejido San Sebastián Bachajón, adherente de la otra campaña, están ocupados por el gobierno.

El grupo retornó a Agua Clara e ingresó a El Salvador acompañado por una columna de bases de apoyo zapatistas. Ya en El Salvador nos ofrecieron hacer uso de sus instalaciones, las que mantienen en muy buen estado, apunta el reporte. Los días siguientes fueron vigilados desde distintos vehículos.

Las amenazas y hostigamiento de los grupos priístas afines al gobierno estatal son hechos cotidianos, añade la caravana. Los 20 pesos que cobran al visitante son para las personas que han puesto ese retén, no para ingresar al balneario ni mucho menos para obras comunitarias.

La forma en que se dirigen a las bases zapatistas, la JBG y el propio EZLN es abiertamente agresiva, desafiante y soez. A los turistas que llegan al paraje les dicen mentiras: que es un lugar peligroso porque ahí se encuentran los zapatistas, recomendándoles no seguir.

Los observadores civiles expresan preocupación por el clima de provocación y hostigamiento que viven los zapatistas de esta comunidad por parte de un pequeño grupo de personas afines al PRI, en total relación con la policía estatal.

No obstante, concluyen: Los zapatistas que reguardan el lugar nos han mostrado la forma con la que lo mantienen funcionando con un verdadero plan ecoturístico al alcance todo mundo.