Alrededor de 200 jóvenes punks y skinheads, integrantes de la llamada Coordinadora Antifascista, realizaron una marcha contra el nacionalismo y el fascismo representado por grupos de ultraderecha, (el presidente) Felipe Calderón, el PAN, el PRI y el PRD, así como para denunciar la discriminación de la que son objeto por su apariencia.

La movilización arrancó del Monumento a la Revolución con rumbo al Zócalo capitalino, pero al llegar al cruce de avenida Juárez y Madero un grupo de elementos del cuerpo de Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) les impidió el paso.

Luego de negociar con personal de concertación política del gobierno de la ciudad, los manifestantes, la mayoría de ellos con el rostro cubierto, continuaron con su marcha rodeados en todo momento por los elementos policiacos.

De acuerdo con la SSP-DF, la decisión de encapsular a los manifestantes fue para prevenir que ocurrieran cualquier tipo de desmanes, pues al corear algunas de sus consignas, los jóvenes corrían al mismo tiempo.

Una de las integrantes de la citada coordinadora, que se negó a dar su nombre, explicó que el principal motivo de la movilización fue pronunciarse contra el fascismo representado por diversos grupos de ultraderecha que han empezado a surgir como, dijo, el Frente Nacional México y el Partido Nazi de México, respaldados por el El Yunque y el gobierno de ultraderecha que está militarizando las calles.

Cuestionó que fueran rodeados por los policías durante buena parte de su marcha, sólo “porque la gente se ve punk o son skinheads, y por vestirnos diferente, no nos permiten la libre circulación”.

Los manifestantes se identificaron como comunistas libertarios y anarquistas, que estamos planteando una forma diferente de organizar esta sociedad, pues pensamos que mediante un proceso asambleario vamos a tener una mejor organización, una democracia directa”.

Una vez concluida la marcha, en el cruce de las calles Pino Suárez e Izazaga, los jóvenes ingresaron a la estación Pino Suárez del Metro en grupos de 30 personas, acompañados por elementos policiacos que los custodiaban hasta que pasaban los torniquetes.