Muchos ciudadanos solamente sufragaron por representantes federales y se retiraron
Ausencia de funcionarios, inexperiencia en la organización de las mesas y falta de papelería, otros factores
Lunes 6 de julio de 2009, p. 6
Entre la apatía y la confusión de los votantes, la participación en las casillas federales se ubicó en alrededor de 40 por ciento. La instalación de las urnas fue tardía y la presencia de la gente escaseó durante la mañana, y aunque en el transcurso de la jornada hubo un flujo constante de personas no alcanzó para remontar el abstencionismo.
La apertura de las casillas, programada para las 8 de la mañana, enfrentó retrasos debido a la ausencia de funcionarios, la inexperiencia en la organización y en algunos casos la falta de papelería electoral.
Así, por ejemplo, en la casilla federal 1444, ubicada en la escuela Roberto Oropeza, en la Unidad Habitacional Pradera, a las 10 de la mañana los responsables no terminaban de definir la ubicación de las mesas y las urnas para recibir la votación.
Parte de la confusión fue motivada por la decisión de la autoridad electoral de separar las casillas federales de las locales, y que los ciudadanos tuvieran que realizar un doble trámite. Primero debían elegir diputado federal –lo cual implicó que les marcaran el pulgar derecho con la tinta indeleble– y luego debían pasar a la casilla a elegir a los representantes locales y al jefe delegacional respectivo, para que una vez más les pusieran la tinta.
El problema fue que no en todos los casos se informaba al votante que el procedimiento era doble, por lo que varios se retiraron de las mesas receptoras con una sola marca en el dedo.
El abstencionismo comenzó a hacerse evidente al mediodía, cuando las casillas que en promedio tenían alrededor de 700 personas inscritas en el padrón apenas reportaban una afluencia de entre 100 y 150 personas.
También se observaron expresiones de inconformidad con el proceso. En la casilla 627, de la Unidad Fovissste Miramontes, una persona en cuanto obtuvo su boleta la hizo bola y así la introdujo en la urna.
Algunos de quienes querían sufragar se vieron impedidos de hacerlo porque sus nombres no aparecieron en las listas nominales, y en otros casos intentaron participar con el comprobante para obtener la credencial de elector.
En la delegación Coyoacán, la actividad de los paseantes y turistas se mantuvo inalterada, principalmente en el centro de esta demarcación, donde los espacios para estacionar vehículos fueron escasos.
De acuerdo con algunos funcionarios de casilla, la afluencia fue irregular y aumentaba al término de las misas. Estaban confiados en que después de la hora de la comida acudiera la mayoría de quienes faltaban por votar. No obstante, para las 16 horas el promedio de votos llegaba cuando mucho a 40 por ciento.
En la sección 400, del distrito 26 federal, ubicada en la delegación Magdalena Contreras, a esa hora, de 730 electores, apenas habían acudido 250. Aunque no fue regla general, a la hora del cierre en algunas casillas todavía esperaban formadas unas 50 personas para emitir su voto. La mayoría terminaron a la hora programada, las seis de la tarde.