La operación del nuevo Código Electoral causó confusión en los consejos distritales durante el recuento de votos de la elección de diputados federales. Algunos apresuraron el ejercicio para cumplir con la entrega oficial de actas antes del próximo domingo.

En un distrito de Iztapalapa, quienes en 2006 exigían al tribunal electoral el voto por voto, casilla por casilla para defender los sufragios en favor de Andrés Manuel López Obrador, tres años después mantienen la lucha, pero ahora es entre ellos: PRD y PT.

En todos los distritos la cita para el recuento fue a las 8 de la mañana; sin embargo, en el 20 de Iztapalapa –donde el conteo del pasado domingo dio como ganador a Mario di Costanzo, candidato del PT– perredistas y petistas se enfrascaron en una discusión de más de 13 horas, lo que retrasó el recuento.

La discordia: mientras el PRD exigía el conteo voto por voto en las 489 casillas del distrito, el PT argumentaba que se tenían que abrir sólo en las que existieran inconsistencias. En esta demarcación electoral la diferencia entre el candidato petista y Sergio Cedillo, del sol azteca, fue mínima, poco más de 2 mil votos. La consigna que en 2006 los unió, ahora, provocó antagonismo.

Los consejeros distritales se confundieron: en principio acordaron recontar 360 casillas; ante la presión perredista aceptaron abrir a escrutinio todos los paquetes, pero a recomendación de la junta local se desechó esa propuesta. Tras decenas de alegatos del PRD se decidió abrir 424 casillas más por diversas irregularidades. El conteo comenzó después de las 21 horas.

Decisión unánime

En el distrito 25, también de Iztapalapa –en el que nació políticamente la posible delegada Clara Brugada–, los representantes de partidos políticos y consejeros decidieron no hacer recuento en ninguna de las 421 casillas, con el argumento de que la diferencia entre primero y segundo lugares (PRD y PT) fue superior (poco más de 11 mil sufragios) a los votos nulos (9 mil).

El IFE reaccionó de inmediato, al grado que el consejero Alfredo Figueroa llegó al lugar para exponer que, con base en el artículo 295 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), 168 paquetes tenían que ser recontados, porque en éstos el número de votos anulados fue mayor a la diferencia entre primer y segundo lugares.

Los representantes de todos los partidos y los consejeros ciudadanos criticaron esa resolución y la asumieron bajo protesta, pues consideraron que el inciso D numeral II de dicho artículo no establece específicamente que ese lineamiento se aplique por casilla, sino que interpretamos que tiene que ser en la totalidad del distrito, donde la ventaja del candidato ganador es superior a los votos nulos, señalaron conjuntamente Israel Elizondo, del PRD; Ulianov López, del PT; Javier Serrato, de Convergencia, y Gilma Ortiz, del PRI.

En el distrito 6, en Gustavo A. Madero, la sesión para el recuento de las 456 casillas se instaló a las 8:15, y una hora después, tras acordar las reglas, inició el conteo. Aquí la distancia fue de tan sólo 0.64 por ciento entre la coalición PRI-Partido Verde, con 25 mil 136 votos, que representó 28.64 por ciento, y el PRD, con 24 mil 569 votos, que equivale 28 por ciento.

En cada una de las cinco mesas instaladas abrían los paquetes, contaban, anotaban y volvían a sellar la caja, ahora con adhesivo color rosa mexicano, con la leyenda Paquete recontado durante el computo distrital. Los más atentos al recuento eran los representantes de los partidos involucrados en la disputa por este distrito, en el cual se anularon 8 mil 693 votos, 9.91 por ciento de la votación.

En el estado de México, la junta local resolvió realizar un recuento voto por voto en los distritos 19, con cabecera en Tlalnepantla, y 28, en Zumpango, ante lo cerrado de la contienda entre PRI y PAN.

En el primero, el PREP dio una ventaja menor a mil votos al PRI, con 40 mil 557, frente a los 39 mil 660 del PAN. En el distrito 28, la diferencia panista sobre el tricolor era un poco más holgada: 67 mil 20 contra 60 mil 297.

Durante el conteo de los votos en el estado se comprobó que hubo una casilla zapato en favor del PRI, en el distrito 8 de Tultitlán.

Al cierre de esta edición, el PRI no tenía asegurada la diputación federal por el segundo distrito electoral de Colima, porque los votos de diferencia entre priístas y panistas era de 732, menos de uno por ciento.

El Organismo Operador Municipal de Saneamiento, Agua Potable y Alcantarillado de Los Cabos, Baja California Sur –entidad paramunicipal que dirige Antonio Agúndez, hermano del gobernador Narciso Agúndez–, presentó una denuncia por las decenas de credenciales de elector halladas afuera de una de sus oficinas el pasado domingo, hecho que el PAN denunció a la Procuraduría General de la República el mismo día de los comicios.