Jerusalén, 15 de julio. El imperativo del ejército israelí durante la invasión a la franja de Gaza (en diciembre y enero pasados) era minimizar las víctimas entre sus filas para asegurar el apoyo de los judíos a la operación, afirmó la agrupación activista Breaking the silence (Rompiendo el silencio), en un informe que incluyó un video y testimonios por escrito de 30 soldados de Tel Aviv.

Militares entrevistados aseguraron que comandantes los instaron a disparar primero y a preocuparse después por distinguir entre los civiles y los combatientes; además, describieron un procedimiento en el que civiles eran obligados a ingresar a edificios sospechosos antes que las tropas y citaron al menos el caso de un “escudo humano”, un civil forzado a caminar delante de un soldado que apoyaba un rifle en su hombro.

Bombardeos innecesarios y descontrolados, fuego indiscriminado y uso de civiles como escudos humanos durante la ofensiva, son algunas de las acusaciones contra el ejército israelí relatadas por sus propios soldados.

La organización humanitaria afirmó que las prácticas aceptadas en el ejército israelí condujeron a una atmósfera permisiva en la estructura de mando, que permitía actuar sin ningún tipo de restricción moral, lo que se tradujo en la destrucción de cientos de casas, mezquitas y propiedades privadas, así como el uso ilegal de fósforo blanco en zonas de gran densidad de población civil y, sobre todo, la muerte de inocentes.

El ejército de Israel calificó el informe de calumnioso y de mezcla difamatoria de rumores y habladurías. En un comunicado lamentó que otra organización de derechos humanos presente un informe basado en testimonios anónimos y generales, con la única intención de difamar y calumniar a la Fuerza de Defensa Israelí y sus comandantes.

Reclusas, en pésimas condiciones

La asociación palestina de defensa de derechos humanos Addemeer denunció las condiciones de detención en que se encuentran mujeres palestinas en las cárceles israelíes, donde el régimen alimentario desequilibrado, la ausencia de luz natural, de movimiento, la mala ventilación y la humedad les acarrean serios problemas de salud.

Además, la mayoría de las detenidas sufren alguna forma de presión mental y de tortura durante su arresto; mientras a las embarazadas sólo se les retiran las esposas al momento de dar a luz.

En otro asunto, la Autoridad Nacional Palestina, del presidente Mahoud Abbas, cerró la oficina en Cisjordania de la cadena televisiva árabe Al Jazeera, por difundir información falsa e instigar a los espectadores contra las autoridades que gobiernan Cisjordania.

La medida se adoptó luego de que la cadena qatarí citó hoy al jefe del departamento político de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Faruk Kadumi, quien acusó a Abbas y al dirigente de Fatah, Mohammed Dahlan, de haber pactado un complot con el entonces primer ministro de Israel, Ariel Sharon, para matar por envenenamiento al dirigente histórico Yasser Arafat, quien murió en 2004 en un hospital palestino, bajo circunstancias aún sin aclarar.