Sonic Youth. IMS. Plastilina Mosh
uando una agrupación se vuelve legendaria, sin haberse desbandado, mientras sigue grabando discos y efectuando giras, pareciera que la expectativa disminuye, como si el público, ansioso por consumir productos nuevos, se acostumbrara
a su existencia. Para muchos, la edición de un nuevo disco de Sonic Youth quizá signifique una salida más del sol. Pero si se cuenta con oídos detallistas y un vivo entusiasmo por el rocanrol, se podrá recibir con alegría The Eternal (2009), décimoquinto plato de este combo neoyorquino, primero con el prestigiado sello Matador, tras casi 20 años de grabar para Geffen.
A las viejas mentalidades les parecerá un retroceso que, tras una carrera de sólida credibilidad y creatividad constante, Sonic Youth pase de una disquera mayor
a una menor
. Pero en realidad vuelven adonde pertenecen: reyes de ese lugar al margen que ha existido desde siempre, pero que hoy chocantemente llaman indie. Justo cuando hacer música por cuenta propia, con carácter libre, vuelve a ser tomado en cuenta (hagan el favor) como valor a considerar. Sin embargo, parte del prestigio de este cuarteto es que siempre ha hecho lo que ha querido. Así que sólo andan sobre terrenos por ellos mismos ya arados.
Y para ser aún más congruentes, Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y Steve Shelley vuelven con un álbum que redondea cual broche de oro la secuela de su renovado sonido reciente a partir de Murray Street (2002), Sonic Nurse (2004) y Rather ripped (2006). Y es que luego de plasmar en ellos contemplativos pasajes acústicos, melódicos, de ocasional solemnidad madura
, estos ruidistas vuelven a ese punk-rock disonante y macizo que los encumbró tan alto en los noventa, pero con un aire renovado.
Es formidable escuchar otra vez su desorden ordenado, sus peculiares acordes menores sobre guitarras estridentes aunque educadas, pero ahora tras haber pasado por el asentamiento y claridad de sus tres trabajos citados. Llena de vida escuchar los cantos de Gordon y Moore, cincuentones ya, cual si de gargantas veinteañeras, furiosas, casi ingenuas, mas con la premeditación invisible, sutil, de los viejos zorros, lo que da por resultado una concreta y focalizada sucesión de temas llenos de energía, exploración sonora, dulzura furiosa, reflexión cerebral, sensualidad corpórea, sexualidad sórdida… caos al mismo nivel de la belleza.
Ingrediente importante es Mark Ibold, ex bajista de Pavement, actual quinto integrante, pues las acentuaciones viciadas del grupo de marras hacia este instrumento se ven con él alteradas rumbo a cadencias más chonchas. Es elogioso también el tributo que hacen a Darby Crash, de The Germs (1958-1980), en Thunderclap for Bobby Pyn, al poeta beat Gregory Corso con Leaky lifeboat, o a la Velvet Underground en Poison arrow. Demoledores son los tracks con que abre el álbum, Sacred trickster y Anti-orgasm, así como la misteriosa Calming the snake; rica es Antenna; hipnóticas son Malibu gas station y Massage the history, y rarísima para Sonic Youth, en un mood sesentero, Walkin blues.
Esta juventud sónica sigue conservando ese espíritu inquieto de sus años mozos, para seguirse estableciendo como una de las leyendas más honrosas y vivas del rock reciente… con más actitud y reinvención que muchos jovenzuelos de moda.
Maconha, Bunkers, Castañeda, Rebel Cats
Viernes 17: 1. El Instituto Mexicano del Sonido y su gracioso electro-hip-hop-mexicanoide presenta su tercer disco, Soy Sauce; le acompaña Money Mark, tecladista de los Beastie Boys. También el funk&rock de Disco Ruido y Pato Watson en DJ-set. Auditorio Plaza Condesa (Juan Escutia 4). 21 horas, $200. 2. El dub de Proyecto Maconha y el electro de Sussie 4 en DJ set. Chango Bar (Río Chiquito, Cuautitlán). 22 horas, $100. 3. Las bellas groserías de Veo Muertos y Mongolgolgol (Micky Huidobro). Imperial (Álvaro Obregón 293, Condesa). 21 horas, $100. 4. Los Bunkers, chilenos avecindados en México, y su rock melancólico. Lunario del Auditorio Nacional. 21 horas, $350.
Sábado 18: 1. Segundo festival de cine y surf. En vivo, musicalizando Santo vs el Dr. Muerte y Santo vs las Momias: Kaguama surf, Los Anguila, Los Baby Dolls, Hermanos Calavera, entre otros. Cine Venustiano Carranza (Lázaro Pavia s/n, Balbuena). 12 horas, entrada libre. 2. El siempre excitante show de los regios de Plastilina Mosh, ¡gratis! (auspiciado por Nokia), a un costado de la Alameda (Dr. Mora, entre Juárez e Hidalgo, Centro). 19 horas (recomendable llegar dos horas antes). 3. El punk aguerrido de Le Butcherettes, en Pasagüero (dirección citada). 22 horas, $80.
Domingo 19: 1. Rrrrockabilly. Dos tardeadas con Rebel Cats y Los Leopardos. Una, a las 14 horas, sin alcohol (todas edades); otra, a las 17:30 horas (mayores de edad). Loop Club (Cerrada 5 de Mayo y Palma, Centro). $50. 2. Los Patita de Perro, rock para niños en el Faro Cultural Recreativo Iztacalco (Oriente 255, entre Sur 24 y Sur 28, colonia Agrícola Oriental), 13 horas, entrada libre.