Ante a la crisis económica mundial, las instituciones públicas de educación superior deben hacer un esfuerzo por formar egresados con un sólido compromiso ético y social, pero también asegurar que ningún alumno deje de estudiar por falta de recursos, afirmó Eduardo Bárzana García, director de la Facultad de Química (FQ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Destacó que el escenario financiero afectará a muchas familias, lo que nos obliga a buscar, ya sea vía patronato, asociaciones de egresados o con recursos propios, condiciones para garantizar que ningún estudiante tenga que ir a trabajar para ayudar a su familia. Queremos enviar un mensaje muy claro: el tiempo vale oro. Deben dedicarse a su formación, porque ganar ahorita un dinero para ayudar a la familia, a la larga puede ser una mala inversión.

Abrir puertas

En entrevista con La Jornada, afirmó que como director de la FQ, no quiero tener egresados que no encuentren trabajo. Para mí, la responsabilidad es tener jóvenes de bachillerato y llevarlos hasta ser profesionistas que encuentre empleo. Nuestro compromiso no acaba dándoles el título y que Dios te bendiga.

Debemos abrir puertas con asociaciones de egresados o bolsas de trabajo, indicó, pues los alumnos son muy buenos en química, pero además necesitamos que tengan otras capacidades, como el dominio de una lengua extranjera o fortalecer la expresión oral y escrita.

Ante el riesgo de que se incremente la tasa de deserción debido a la crisis económica que enfrenta el país, Bárzana García, quien recientemente fue electo para un segundo periodo al frente de la FQ, reconoció que en la institución es muy complicado trabajar y estudiar, pues se trata de una disciplina con muchas materias prácticas y de laboratorio, que lo hacen muy difícil. Por ello, destacó que la institución cuenta con un ambicioso y exitoso programa de becas.

Apoyo constante

En la FQ, insistió, existe un enorme compromiso con la comunidad, y prueba de ello es el programa Profesores pro-alumnos, con el que se entregan 400 pesos mensuales para transporte, en beneficio de cerca de 200 estudiantes, con el apoyo de 80 profesores que donan voluntariamente una parte de sus ingresos, con una inversión estimada en 2008 de 300 mil pesos.

Agregó que también se entregan becas alimentarias para más de 200 alumnos por semestre, para lo cual se destinan cerca de un millón de pesos, obtenidos de recursos autogenerados, que en 2008 ascendieron a poco más de 82 millones de pesos, lo que representa el monto más elevado por institución, dentro de la UNAM.

Se trata de un programa que ha despertado interés, incluso en otras dependencias universitarias, porque surge de la preocupación de ver alumnos durmiéndose en las clases muy temprano, a las siete de la mañana, y platicando con ellos nos dimos cuenta que venían sin desayunar. Así que, a las dos horas que tardan en transportarse desde sus domicilios, se suma que no habían ingerido alimentos.

Por esa razón, decidimos que parte de los recursos autogenerados se destinarían a este proposito, y mediante un proceso de licitación, que realiza la coor- dinación general de provedurías de la UNAM, se eligió una cafetería que cumple con determinados requisitos y prepara una dieta balanceada para estos alumnos, a quienes se les entrega un boleto para que puedan desayunar o comer, sin ningún costo.

Con el paso del tiempo, indicó Bárzana García, este proyecto que inició como un ejercicio de buena voluntad, se consolidó y posteriormente entramos en contacto con la Fundación UNAM para ampliarlo, buscamos elementos que midieran su impacto y encontramos datos muy interesantes, pues los alumnos que tienen la beca mejoran su promedio, se sienten más comprometidos, y se esfuerzan para no perder este apoyo.

Afirmó que la consolidación de estudiantes de calidad que puedan enfrentar los retos de una industria que ha evolucionado rápidamente en años recientes, requiere de un creciente apoyo de las instituciones públicas de educación superior, por eso en la UNAM, tratamos de darles mejores condiciones para realizar sus estudios, pero también necesitamos un firme compromiso de los estudiantes para avanzar en sus estudios y dedicarse a fondo a su formación universitaria.