Una selección de 50 fotografías tomadas por Juan Rulfo, de campesinos oaxaqueños y de las zonas arqueológicas de Mitla y Monte Albán, así como documentos del escritor vinculados con la historia y la antropología de México, integran la exposición titulada Juan Rulfo: Oaxaca.

Con la curaduría del artista y promotor cultural Francisco Toledo, la muestra se inauguró este domingo en la Universidad Iberoamericana (Uia), plantel ciudad de México, en el contexto de la versión 53 del Congreso Internacional de Americanistas, que comenzó el domingo.

Juan Rulfo: Oaxaca propone una valiosa visión de las diversas actividades productivas y de esparcimiento de los oaxaqueños, así como de los paisajes de la entidad.

Dos proyectos

El director de la Fundación Juan Rulfo, Víctor Jiménez, explicó que el autor de El llano en llamas tenía especial simpatía por Oaxaca: “Su familia recuerda la intención del escritor de retirarse a vivir a la capital de ese estado. Quizá visitó por primera vez la entidad en la década de los 40 del siglo anterior, pero sin duda se involucró más a mediados de los años 50, inmediatamente después de concluir Pedro Páramo”.

Jiménez adelantó que en diciembre de 2006, junto con Juan Francisco Rulfo, hijo del narrador, visitó la ciudad de Oaxaca para constatar la crisis política ocurrida ese año y también para conversar con Francisco Toledo respecto de la relación de Rulfo con la entidad.

“De ahí –comentó Jiménez– salieron dos proyectos: el primero consistió en trabajar sobre una nueva edición del libro titulado Inquisición y arquitectura, por considerar que la mentalidad inquisitorial había adquirido, por desgracia, gran actualidad en Oaxaca.

El segundo fue la exposición sólo con las fotografías oaxaqueñas de Rulfo, que albergará en noviembre el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, lo cual se complementa con un libro-catálogo.

En entrevista, el director de la Fundación Juan Rulfo explicó que Andrew Dempsey, uno de los pocos investigadores que conoce completo el archivo fotográfico del escritor, seleccionó en 2007, en Londres, cien de las 350 imágenes sobre Oaxaca del autor jalisciense.

“Toledo, a su vez, seleccionó 50 de las 100 fotografías que había escogido Andrew, que se exhibirán en los muros del Centro Manuel Álvarez Bravo, con la idea de que el artista oaxaqueño conociera la obra de Rulfo.

A lo largo de 2008 y a principios de 2009, Toledo realizó la curaduría final: 50 imágenes que partían básicamente de la selección de Dempsey, incorporando algunas de las restantes.

Trabajos sobre historia de México

La muestra Juan Rulfo: Oaxaca en el Congreso Internacional de Americanistas exhibe por primera vez obras de historiografía en las que participó el escritor como comentarista, entre ellas, de los testimonios de los informantes aztecas reunidos por Sahagún, o el trabajo de José F. Ramírez sobre Nuño de Guzmán.

También se incluye la transcripción de una conferencia que Rulfo dictó en la Universidad de Colima sobre la historia regional de ese estado y el sur de Jalisco, así como el libro acerca de la geografía de Oaxaca, La Sierra Juárez, de Rosendo Pérez García.

“Se exhibe asimismo –agregó Jiménez– una muestra de trabajos de Juan Rulfo vinculados con la historia de México, como los reunidos con sus fotografías, en el libro Letras e imágenes.

La gente podrá conocer tres copias mecanografiadas por Rulfo de obras de difícil obtención en su tiempo, con documentos relativos a la historia de Jalisco, las guerras contra los chichimecas o los autos de fe de la Inquisición en México, son prueba de lo que podía hacer para el acopio de aquello que despertaba su interés.

Según Víctor Jiménez, Juan Rulfo dijo siempre que le hubiese gustado ser historiador, y dejó testimonios nada escasos al respecto. Su biblioteca es muy rica en historia de México, y en sus libretas de trabajo aparecen numerosas listas de títulos de este género, códices y testimonios de cronistas coloniales.

Para constatar el interés antropológico de Juan Rulfo, la exposición incluye dos carpetas con notas dedicadas a los mixes de Oaxaca y a la lengua purépecha, así como algunos documentos sobre la historia de Michoacán.

Al respecto, el director de la Fundación Juan Rulfo indicó que el escritor podía vincular su vocación por la historia y la antropología con la literatura, como se muestra en las notas de una conferencia que dedicó a la relación entre los antiguos cronistas de América y la literatura indigenista moderna

“Con estos antecedentes no es extraño que Juan Rulfo se convirtiese, en 1964, en editor de las obras de antropología del Instituto Nacional Indigenista (INAH). La parte más voluminosa de su trabajo lo constituyen los 70 títulos de la colección Antropología Social y los 21 de la serie Clásicos de la Antropología Mexicana.

“También editó títulos especiales, como Los mixes, de Salomón Nahmad. Fue igualmente editor de la revista México Indígena, de las que se presentan en la exposición unos volúmenes encuadernados, así como el que se le dedicó como homenaje póstumo en 1986.”

Víctor Jiménez precisó que la exposición en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, concluirá el 26 de agosto, fecha en la cual se realizará la entrega de la décima versión del Premio de Cuento Juan Rulfo, que organiza esa institución de educación supeior y la fundación que lleva el nombre del escritor jalisciense.