Bucarest, 20 de julio. Autoridades rumanas abrieron una investigación sobre tráfico de óvulos en el que están implicados ginecólogos israelíes, que trabajan en una clínica de Bucarest, cuyo cierre solicitó el Colegio de Médicos en 2006.

Unas 30 personas están incriminadas en el caso, entre ellas los dos responsables israelíes de la clínica Sabyc –padre e hijo, arrestados el lunes– y algunos compatriotas, especializados en técnicas de procreación asistida, según la Fiscalía rumana.

Todos están acusados de haber organizado el tráfico de células humanas con el objetivo de obtener beneficios materiales.

Las beneficiarias eran en su mayoría mujeres israelíes que pagaban entre 12 mil y 15 mil euros por una fecundación in vitro (FIV), con óvulos procedentes de rumanas en precaria situación económica, según los medios.

Las donantes recibían a cambio entre 190 y 238 euros (de 267 a 335 dólares), en un pago que violaba la ley, según la cual la donación de órganos o células no puede ser remunerada.

Aprovecharse de la precaria situación financiera de las donantes para ganar dinero no es sólo inmoral, sino criminal, denunció el presidente del Colegio de Médicos de Bucarest, Vasile Astarastoaie.

Lo más grave es que los médicos pisotearon la dignidad humana (de las donantes) y realizaron un tráfico de células ignorando los riesgos para la salud, subrayó Astarastoaie.

Agregó que el Colegio de Médicos borró en 2006 a la clínica Sabyc del registro de centros que podían realizar FIV, porque sus actividades se realizaban bajo un programa de investigación.

Según el director de la Agencia para los Trasplantes, Victor Zota, Sabyc, creada en 1999, sólo fue autorizada a realizar FIV hace una semana, mientras que la clínica afirmaba en su sitio de Internet que había practicado mil 200.

En una inspección al centro, el domingo, los investigadores encontraron a 30 personas listas para hacerse una FIV.

Descubrieron que los empleados modifican las fichas de las donantes sobre sus características físicas, como color de ojos o pelo y el coeficiente de inteligencia, para que correspondiesen a los deseos de las beneficiarias.

El senador Iiulian Urban denunció complicidades dentro del Ministerio de Sanidad y de la policía, y calculó una posible evasión fiscal de la clínica Sabyc en beneficios de 28 millones de dólares.