La debacle electoral del Partido de la Revolución Democrática (PRD) el pasado 5 de julio, según cálculos de su directiva nacional, implicará una reducción de las prerrogativas del partido en por lo menos 30 por ciento.

Ante esto, se apresta a poner en marcha una política de austeridad que incluye disminución de salarios y cancelación de contratos de personal político. Algunos trabajadores, según se ha informado, ya han sido advertidos de esto último.

El PRD perdió unos 540 mil votos –comparado con los resultados electorales de 2003–, la mayoría en el Distrito Federal como resultado, entre otras causas, del efecto Iztapalapa –el llamado de Andrés Manuel López Obrador a votar por el candidato del Partido del Trabajo a jefe delegacional, Rafael Acosta Juanito, después de que el Tribunal Electoral anuló la candidatura de la perredista Clara Brugada para imponer a Silvia Oliva–, pero también por fallas en su estructura electoral.

Según análisis de la secretaría de organización del sol azteca, 30 por ciento de las casillas a escala nacional no fueron cubiertas en la jornada electoral del 5 de julio. El porcentaje aumenta cuando se observa por estados.

Fallas en los observadores del sol azteca

Lo anterior sube a 56.31 por ciento en el caso de Sonora; 55.86 para San Luis Potosí; 54.12 en Querétaro; 53.24, Yucatán, 50.64, Coahuila; 49.81, Campeche; 49.19, Jalisco; 35. 76, estado de México; 28.16 de casillas no cubiertas en el Distrito Federal y así continúa la lista, a partir de la cual podría decirse que sólo en Tabasco el partido tuvo cobertura casi total, con 99.45 por ciento en los pasados comicios.

La caída electoral del PRD, según la directiva nacional, registró el mayor número de votos perdidos en la capital del país, unos 500 mil, aunque el estado de México se ubicó como la entidad en la que les fueron arrebatados bastiones perredistas: Texcoco, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Chalco.

El PRD alcanzó, por los resultados electorales de 2006, prerrogativas por 460 millones de pesos, mismos que, se calcula, verá disminuidos al menos en una tercera parte.

Afectará la restructuración de la deuda, de cientos de millones de pesos –cuyos pagos mensuales son de 10 millones, aproximadamente–, aunque ésta, a propósito, no se incrementó sustancialmente a consecuencia del proceso electoral del 5 de julio porque, según el presidente nacional del partido, Jesús Ortega Martínez, sólo contrataron 15 millones de pesos para promoción del voto.

La propuesta de política de austeridad de Ortega implica reducción de salarios, no tocar a los trabajadores de base, porque hay derechos constituidos, pero sí vamos a hacer una restructuración necesaria para ajustarnos a los recursos que tenemos haciendo más eficaz al personal.

Descarta aumentar las cuotas a los militantes, pero no el ser más estrictos y exigentes en el pago de las mismas, porque hay muchos compañeros, desde regidores hasta presidentes municipales, legisladores locales y federales, que no pagan sus cuotas. Eso sí, se ponen al corriente cuando es época electoral porque es requisito para ser candidato.

Ayer, los integrantes del secretariado nacional se reunieron para aprobar la realización del consejo nacional perredista en Morelia, Michoacán, para el 31 de julio y primero de agosto, de donde saldrá la convocatoria para el congreso nacional refundacional, previsto para diciembre, y la conformación de comisiones en ruta hacia ese encuentro.

El 30 de este mes –y seguramente durante dos días– reanudarán la reunión de diputados electos, también en Morelia, para concluir la agenda del partido para la próxima legislatura y se nombrará al coordinador parlamentario que se pretende resulte por consenso.

Hortensia Aragón, secretaria general del PRD, indicó que se nombró una comisión para elaborar la estrategia electoral en los estados donde próximamente habrá elecciones –Tabasco y Coahuila– y después del consejo se trabajará en la de 2010.