Trabajadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán comenzaron una huelga de hambre frente al nosocomio en demanda de que cesen las hostilidades en contra de los empleados de la cocina, quienes con cualquier pretexto, y sin él, son suspendidos de sus labores, aseguraron.

Instalados en una casa de campaña, las nutriólogas Mónica Flores y Ana María del Ángel, así como el auxiliar de cocina José Alfredo Juárez, iniciaron el ayuno el pasado miércoles. Este último forma parte del grupo de cuatro trabajadores que fueron acusados de no cumplir con las medidas de higiene en la preparación de alimentos.

Comentaron que la supuesta anomalía ocurrió el pasado 15 de abril, cuando según Desiré Hernández, coordinadora de Nutrición Hospitalaria y Ambulatoria del instituto, un paciente encontró una materia extraña en el brócoli que iba a consumir.

Los afectados aseguraron que en ese momento no se les informó nada y sólo se enteraron un mes después, cuando asistieron a la audiencia donde se levantó el acta administrativa por la presunta falta cometida. Se quejaron de que la única prueba en su contra fue el reporte de la coordinadora, el cual fue suficiente para que la autoridad determinara una suspensión laboral de tres días para cada uno de los involucrados.

Este fue el más reciente de una serie de actos violatorios de las condiciones generales de trabajo, indicaron los inconformes, quienes durante ya varios meses han solicitado la intervención del director del instituto, sin que a la fecha hayan obtenido respuesta.

De ahí la decisión de elevar su protesta e iniciar una huelga de hambre, la cual ha tenido el apoyo solidario de empleados de otras áreas del instituto.