Cómo se formaron las galaxias y cuándo morirán, cómo pueden ser otros planetas lejanos y qué hay en los confines del universo conocido, son algunas de las preguntas que buscará responder el Gran Telescopio Canarias (GTC), inaugurado el pasado viernes en España, y considerado uno de los instrumentos astronómicos más grandes y tecnológicamente más avanzados del mundo.

Astrónomos mexicanos del Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica (INAOE), quienes participan en proyectos de investigación multinacionales en el GTC, informaron que las observaciones iniciales del universo mediante el nuevo telescopio iniciaron desde marzo pasado y uno de los primeros proyectos que ha arrojado datos es el que encabezan México e Italia, por lo que ya hemos recibido algunas imágenes.

Los primeros resultados obtenidos por el GTC, indicó, sólo se enviaron a cuatro grupos científicos, entre ellos México, uno en Florida, Estados Unidos, y dos en España, pues destacó que gracias a la participación del INAOE y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el proyecto multinacional del GTC, ubicado en el observatorio Roque de los Muchachos, en la isla de Palma en Canarias, disponemos de 5 por ciento del tiempo de observación, lo que permitirá impulsar muchas investigaciones en prácticamente todos los campos de la astrofísica.

En entrevista con La Jornada, señaló que el equipo que encabeza el doctor Miguel Chávez Dagostino, también astrónomo del INAOE, busca estudiar las llamadas galaxias activas u objetos BL Lacertae, en cuyo centro se sabe que hay procesos físicos asociados a un disco de materia que alimenta a un agujero negro central de gran masa.

Estos objetos, agregó, se caracterizan porque presentan “flujos o chorros de materia que son expulsados en dos direcciones a gran velocidad, pero que al estar en dirección a la línea imaginaria que une al observador y al objeto, es muy difícil estudiarlos e incluso detectarlos, pero con el GTC, que emplea instrumentos ópticos de alta tecnología como Osiris, hemos recabado nueva información”.

Contar con un telescopio tan sofisticado y complejo como el GTC, afirmó, no sólo nos permitirá llegar más lejos en el estudio de los confines del universo: también podremos estudiar aquello que emite menos luz, porque la astronomía, a diferencia de otros campos del saber, es una ciencia observacional, más que experimental, porque no podemos tocar los objetos que estudiamos.

Actualmente, aseguró, conocemos muy bien cómo se forman las estrellas, qué es lo que hace que brillen y qué temperatura tienen. Debido a que el único mecanismo que tenemos para estudiar el universo es la luz, con el GTC se aplicarán nuevas técnicas para el estudio de planetas lejanos, independientemente de su cercanía o no con una estrella, pues capta más luz, ya que en minutos obtiene información que con cualquier otro telescopio en la Tierra se tardaría varias horas.

En el INAOE, agregó, esperamos que en breve puedan iniciar las observaciones del Gran Telescopio Milimétrico, que también será un gran acontecimiento para la astronomía, pues en su campo, será tan importante como el GTC, con lo que buscamos responder a preguntar básicas como la función que tenemos en el universo.