Rahat, 26 de julio. Un grupo de árabes israelíes arrojaron hoy aquí piedras y zapatos a manifestantes de la extrema derecha de Israel que pedían detener las construcciones irregulares de beduinos en la localidad de Rahat, en el sur del país, las que calificaron de salvajes.

Centenares de habitantes expresaron su indignación gritando racistas a los ultranacionalistas israelíes, mientras la policía desplegada en la zona mantuvo a la muchedumbre alejada de los manifestantes. Un policía resultó levemente herido por una piedra, indicó una fuente policiaca.

Vinimos a mostrar quiénes son los dueños del país, declaró a los periodistas Itamar Ben Gvir, activista de extrema derecha y ex responsable del movimiento Kach, de inspiración racista, en principio ilegal.

Esta franja radical de la extrema derecha quería expresar así su apoyo a las colonias israelíes de Cisjordania ocupada, argumentando que las autoridades no tienen derecho a desmantelarlas cuando no hacen nada contra las construcciones ilegales de los palestinos.

La marcha fue autorizada por la policía tras un recurso de los organizadores ante la Corte.

Mientras se llevaba a cabo la protesta en Rahat, el partido ultraortodoxo Shass, que forma parte de la coliación gobernante en Israel, rechazó las críticas al establecimiento ilegal de colonias israelíes en territorios palestinos.

El jefe espiritual de Shass, el rabino Ovadia Yossef, fustigó al gobierno estadunidense de Barack Obama por haber hecho la petición de congelar la colonización israelí en Jerusalén este.

Con qué derecho nos dicen aquí construimos, aquí no construimos, proclamó el ex gran rabino sefardí de Israel en su prédica semanal, difundida el domingo por las radios israelíes.

Yossef aseguró a sus fieles que cuando llegue el día el mesías los expulsará, así como a los malos que se encuentran en el Monte del Templo, en referencia al culto musulmán y a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

Un nuevo proyecto de viviendas judías en Jerusalén este, anexada a Israel tras su ocupación militar en junio de 1967, provocó un nuevo intercambio de críticas entre Tel Aviv y Washington sobre la colonización de los territorios ocupados.

La administración de Obama exige desde hace varios meses el congelamiento total de la colonización judía para reactivar las conversaciones de paz israelo-palestinas, pero hasta ahora no la demanda no ha sido aceptada por Tel Aviv.

El enviado estadunidense a Medio Oriente, George Mitchell, tiene previsto discutir esta cuestión durante las entrevistas que llevará a cabo durante una gira que emprendió este domingo por varios países de la región.