Inaugurarán exposición conmemorativa por los 17 años del recinto
Se trata de 160 misivas escritas por el pintor durante ocho años
Miércoles 29 de julio de 2009, p. 4
El conjunto de 160 cartas
escritas y entregadas por el artista José Luis Cuevas a su esposa Beatriz del Carmen, a lo largo de ocho años, son la base de la exposición conmemorativa del 17 aniversario del museo que lleva el nombre del otrora enfant terrible.
Por su parte, la Universidad Veracruzana se ha interesado en editar un libro que reúne la serie de cartas dibujadas.
La muestra Mi amada esposa Beatriz del Carmen, una carta más –que será inaugurada hoy a las 19:30 horas en Academia 13, Centro Histórico– toma su nombre de la forma en que Cuevas empezó cada una de las misivas.
Desde un principio, el artista dijo a su pareja que por sus dimensiones, no se las podía mandar por correo, así que, una vez que termino una carta te la entrego en propia mano y la guardas
.
Cuando se habían reunido un centenar de misivas, surgió la idea de que el material se podía exhibir, ya que Beatriz del Carmen es la directora del Museo José Luis Cuevas.
Casi todas son dibujos, con color, realizados en diferentes técnicas. Una sola está hecha sobre lienzo, como si fuera pintura. Al mismo tiempo, las cartas representan una especie de diario en el cual no sólo hablo de amor, sino, por ejemplo, de los viajes que hacemos, porque constantemente viajamos
, expresa el entrevistado.
Gusto por la escritura
El gusto de Cuevas por la escritura no es nuevo. Su columna Cuevario, después de su paso por un par de periódicos, ahora se publica semanalmente en Internet. Famosos son sus grabados relativos a la obra de Franz Kafka, entre otros personajes. Cuevas relata cómo descubrió su vocación de escritor:
“Mi primera vocación fue la de pintor y, sobre todo, dibujante, sobre todo, en mi infancia. En un lugar llamado el Seminario Axiológico, en la calle de Donceles, los estudiantes de filosofía y ciencias me invitaron a dar una conferencia. La di sobre la prehistoria del cine, ha sido la única conferencia que he dado escrita. Después dijeron, por qué no hacemos aquí también una exposición de tu obra. Tenía 14 años y presté una serie de trabajos.
“No les puse marcos, porque no tenía dinero para eso, sino las coloqué sobre las paredes con chinches.
“Un día lluvioso, al llegar encontré que todas las hojas se ha-bían desprendido del muro, estaban en el suelo y las personas que habían entrado para asistir a las diferentes actividades del lugar, las habían pisado y enlodado.
“Agarré todo este material y lo tiré a la basura. Me deprimió mucho la destrucción de mis obras, entonces me puse a escribir. Era desde antes un gran lector. Tenía escritores que eran de mi preferencia, como Dostoievski. Entonces, resulta que me puse a escribir cuentos bajo la influencia del escritor ruso.
Allí descubrí mi vocación por la escritura. Desde entonces se puede decir que alterno ambas disciplinas.
Recientemente, Cuevas viajó a Santiago de Chile, donde hizo dos grabados para una carpeta con algunos otros artistas latinoamericanos, con el propósito de celebrar el centenario natal del presidente Salvador Allende.
En fecha próxima, montará una exposición en una nueva galería de Caracas, Venezuela, por invitación que le hizo la crítica de arte Bélgica Rodríguez.