La economía mexicana se despeñó 11.1 por ciento en mayo de este año en comparación con la dimensión que tuvo en el mismo mes de 2008, según el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este desplome fue resultado de la caída generalizada en el valor de la producción de los tres sectores económicos: el industrial, con una contracción anual de 11.6 por ciento; el de servicios, con un hundimiento de 11, y el agropecuario, con una caída de 7.9 por ciento en mayo, respecto al nivel en que se encontraba un año antes.

Esta fue la segunda mayor caída de la actividad económica del país registrada por este indicador desde que fuera creado, bajo el mismo esquema conceptual y metodológico del producto interno bruto (PIB), en enero de 1994. La más profunda caída ocurrió en abril pasado, cuando la contracción llegó a 12.2 por ciento en términos anuales.

Después de ocho descensos anuales consecutivos, iniciados desde octubre de 2008, la dimensión actual de la economía mexicana es similar a la que tuvo en el segundo semestre de 2005, lo que implica prácticamente un retroceso de tres años y medio en materia de crecimiento.

Según el IGAE, en los primeros cinco meses de 2009 la economía mexicana redujo 9.6 por ciento su dimensión respecto al valor que generó en el mismo periodo de 2008. Esta contracción, incluso, es mayor a la de 4 por ciento observada a través de este indicador entre enero y mayo de 1995, cuando ese desarrollaba la segunda mayor recesión de la economía mexicana en el siglo XX.

Las actividades industriales resienten una caída anual de 10.72 por ciento entre enero y mayo de este año; las de servicios registran un hundimiento de 9.5 respecto al mismo periodo de 2008, y las agropecuarias llevan un incremento anual de 1.3 por ciento.

El Inegi acotó que en el despeñadero económico observado en el quinto mes de 2009 influyeron las medidas preventivas para evitar la propagación del brote de influenza A/H1N1 en la última semana de abril y los primeros días de mayo.

Sin embargo, la caída de la actividad económica llegó en mayo a 12 meses consecutivos de descensos mensuales, iniciados desde junio de 2008, lo cual sugiere que la semiparalización de las actividades productivas provocada por las medidas para contener la influenza sólo agravaron una recesión que ya contaba con casi un año de haber iniciado su desarrollo.