El simulacro de un ataque terrorista a zonas estratégicas en el Golfo de México que se lleva a cabo esta semana en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) forma parte de un ejercicio para funcionarios de alto nivel que tiene por objeto evaluar la capacidad de respuesta de al menos 14 dependencias del gobierno mexicano ante la eventualidad de incidentes que pongan en riesgo ya sea a las instalaciones petroleras o a la sociedad, informó ayer Jesús Mao Cervantes.

Precisó que en el mismo no intervienen físicamente grupos de seguridad, policías o militares de Canadá y Estados Unidos, países que en este ejercicio sólo apoyan el trabajo de México, realizado exclusivamente por mexicanos, con el intercambio electrónico de información para el mejor resguardo de una determinada zona crítica, en este caso plataformas petroleras y líneas de distribución de hidrocarburos, entre otros, ante la eventualidad de un incidente de estas características.

Durante un inusual recorrido por las instalaciones del Cisen, Mao Cervantes explicó a cuatro periodistas el diseño de este ejercicio, así como el centro en el que algunos de los mejores 150 funcionarios de 14 dependencias operan la respuesta que sus respectivas áreas darían ante un ataque terrorista, que van desde Protección Civil hasta la oficina de la Secretaría de Hacienda que rastrea los depósitos bancarios, pasando por la Procuraduría General de la República, la Secretaría de Gobernación, y las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina.

En tiempo real, cada dependencia responde a una determinada situación de emergencia –que en este simulacro involucra 400 eventos diferentes–, que demanda de quienes intervienen la toma de decisiones delicadas en las que, además, deben mantener el control de aspectos como el manejo informativo, para dar a conocer los hechos sin alarmar a la población, o la operatividad de sus respectivas oficinas en momentos de crisis.

Todas las acciones son evaluadas por un grupo integrado también por funcionarios mexicanos, que vigila la aplicación de distintos protocolos. El resultado de este análisis será entregado dos meses más tarde. Esto nos permitirá fortalecer nuestras instituciones, conocer los protocolos que deben mejorarse y, sobre todo, estar en condiciones de actuar con eficacia ante una posible amenaza al país o a su población, subrayó Jesús Mao Cervantes.

El funcionario explicó que este ejercicio se deriva de una invitación que el gobierno de Estados Unidos le hizo a México para participar, como ya lo hacen Canadá, Gran Bretaña y Australia, en esta serie de simulacros, mismos que iniciaron los estadunidenses en 2000, y si bien en primera instancia los ejercicios se restringieron a un eventual ataque terrorista, han evolucionado hasta contemplar la respuesta y coordinación gubernamental en eventos relacionados con desastres naturales o sanitarios, como pudo haber sido, en el caso de México, el reciente tema de la influenza.

Esto permite, entre otros aspectos, practicar la coordinación de seguridad fronteriza, subrayó el funcionario del Cisen, luego de recordar que en el caso de México y Estados Unidos se realizan más de un millón de cruces diarios en la frontera común.