Bagdad, 31 de julio. Al menos 30 personas murieron y 130 resultaron heridas este viernes tras la detonación consecutiva de cinco bombas ante mezquitas chiítas en Irak. Las explosiones tuvieron lugar en los barrios de Al- Kahira, Safraniya, Al-Shaab y Al-Kamaliya de Bagdad, así como en la localidad de Diyala, ubicada a unos 20 kilómetros al noreste de la capital, informaron las autoridades.

Se trata de los ataques más sangrientos en semanas, los cuales ocurren exactamente un mes después de que las topas estadunidenses abandonaran las principales ciudades y pueblos de Irak para entregar la seguridad a las fuerzas locales, según un acuerdo alcanzado el año pasado entre Washington y Bagdad.

Por otro lado, en Afganistán 11 insurgentes y un policía fallecieron en una batalla que comenzó el jueves y terminó la madrugada de este viernes en la provincia occidental de Herat, señaló el jefe de la policía provincial, Asmatula Alizai.

El enfrentamiento se originó luego de que los talibanes atacaron un convoy de aprovisionamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en el oeste de la nación asiática.

A su vez, la Organización de Naciones Unidas informó que al menos mil 13 civiles afganos perecieron por la violencia en Afganistán durante los primeros seis meses de 2009, lo que representa 24 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.

Las cifras indican que 59 por ciento de las muertes se deben a la acción de grupos insurgentes, en tanto que las fuerzas de seguridad afganas e internacionales son responsables del otro 30.5 por ciento. El resto de los casos no están claro, según el texto.

El informe refleja un alza en el porcentaje de muertes de inocentes. Eso se debe, en parte, a un cambio en la estrategia insurgente, que remplaza los ataques frontales por acciones con características de guerrilla.