El contrato que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otorgó a la empresa Tata Consultancy por más de 3 mil millones de pesos debe investigarse a fondo, porque es el hilo de la madeja sobre la corrupción en ese organismo, advirtió el diputado del PRD Juan Guerra.

Dijo que, aunque la Comisión Permanente aprobó ya pedir información al director del IMSS, Daniel Karam, sobre ese contrato y luego citarlo a comparecer, hay el riesgo de que las fracciones del PAN insistan en que ello no se concrete, pese a que algunos legisladores del blanquiazul tienen ya dudas, porque es una contratación sospechosa, que no precisa el tipo de servicios por los que se paga y propicia el desvío de recursos.

Además de que detrás de ese contrato está un primo hermano de Margarita Zavala, Tata Consultancy fue acusada en Chile de operaciones fraudulentas y la presidenta Michelle Bachelet les canceló una operación con el Registro Civil, porque se prestaba para el desvío de recursos.

Guerra recordó que es un asunto que llevó a la Permanente desde hace dos meses, tiempo que tardó en presentarse ante el pleno, pasar a comisiones y finalmente aprobarse el miércoles pasado, con la oposición de los panistas, que hasta rompieron una ocasión el quórum, a fin de que no se votara.

“Finalmente se aprobó, y voy a insistir en que Karam nos envíe la información, porque no dudaría que se pretenda dejar pasar el tiempo y que se olvide al llegar la nueva legislatura. Quizá me quieren aplicar aquello de ‘lástima, Margarito, se te acabó el tiempo’.”

Agregó que aún queda un mes y en cualquier caso confía en que los senadores y los nuevos diputados del PRD retomen ese asunto en la próxima legislatura, porque es fundamental vigilar que no haya mal uso de los recursos de una institución fundamental para los mexicanos. “No se justifica –dijo– dar un contrato de 3 mil millones a una empresa foránea, sin que se especifique qué servicios va a prestar a cambio.”

A raíz de que hizo pública la denuncia, los directivos del IMSS han tratado de encubrir las irregularidades, asegurando que contrataron a 2 mil 500 personas, o sea como si pagaran honorarios, pero no se sabe para qué, si fue para soplar el polvo a las computadoras o para pasarles un trapito; por eso digo que el contrato levanta muchas sospechas.

En el punto de acuerdo aprobado el miércoles se hace notar que es inexplicable que una empresa como Tata Consultancy preste servicios al IMSS y advierte que los listados de trabajadores y las nóminas son desconocidos “y demandan un escrupuloso escrutinio, para constatar si han incorporado a la planta laboral a personal que desplace a mexicanos.

Se estima conveniente revisar cómo en tan poco tiempo Tata Consultancy se allegó de personal calificado en el país y si éste coincide con el de empresas contratadas también por Carlos Castañeda Gómez del Campo durante la mitad del pasado sexenio en el sector energético.

Guerra, a su vez, hizo notar que Castañeda Gómez del Campo tuvo una larga carrera en el sector bancario, pero a partir del paso de Felipe Calderón por la Secretaría de Energía se hizo experto en energía y a partir de 2004 se integró a Pemex, donde estuvo directamente relacionado con empresas tecnológicas al servicio de la paraestatal, “cubriendo enormes sumas por servicios relacionados con nuevos esquemas contables, que aún hoy presentan inconsistencias.