Coapilla, Chis., 1º de agosto. Luego de más de una década de trabajo en proyectos de reforestación, conservación y producción forestal comunitaria, los ejidatarios del municipio de Coapilla lograron revertir la deforestación de más de 6 mil hectáreas de bosques de pino y mejorar su poder adquisitivo.

Ramón Estrada, de 67 años, explica que el lugar donde se encuentra parado antes fue un potrero y hoy ya tiene árboles padre (seleccionados por sus inmejorables características para reproducir sus semillas) y un sinnúmero de ejemplares que pueblan esa zona.

El método de desarrollo silvícola que los campesinos aplican les permitió alternar los procesos de reforestación, producción y conservación forestal de 6 mil 412 hectáreas de bosques durante 10 años, al grado que entraron en el nivel cinco de desarrollo, en una escala del uno al seis, estipulada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Por ello, el pasado viernes esa dependencia refrendó a la localidad su permiso de aprovechamiento forestal por otros 10 años, lo que según Carlos Santiago León, jefe de la Unidad de Aprovechamiento y Restauración de Recursos Naturales, es un logro histórico en Chiapas, porque es el primer grupo que lo logra y demuestra que el aprovechamiento forestal ordenado va de la mano con la conservación y el desarrollo económico de las comunidades.

En la entidad hay 500 mil hectáreas susceptibles de aprovechamiento forestal ordenado, de las cuales por diversos factores sólo son empleadas 60 mil.

En la historia de Chiapas destaca el saqueo de sus bosques y selvas, que antecedió a un periodo de veda forestal decretado en los 80 por el gobierno estatal, que sólo aceleró la destrucción de los recursos naturales, pues los labriegos cambiaron el uso de suelo de sus tierras para dedicarse a la ganadería y a la agricultura en terrenos boscosos y quebrados, explica Ricardo Ayala López, funcionario de la Comisión Nacional Forestal.

En los 90 de nuevo cambió esta política y se otorgaron permisos de los que se benefician los grupos del sector social, y de esta forma intentan rescatar sus bosques, ahora erosionados.