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Ganó premio de la Art Gallery, de Ontario

Exhiben en Chiapas Oscuridad habitada, serie de Marco Antonio Cruz
Foto
Protesta de comerciantes ambulantes ciegos en Palacio Nacional, ante la prohibición de trabajar en las calles del Centro Histórico, en 1993. Imagen que forma parte del ensayo fotográfico
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 3 de agosto de 2009, p. a12

San Cristóbal de Las Casas, Chis., 2 de agosto. En mayo pasado, el fotógrafo Marco Antonio Cruz obtuvo el Premio Internacional de 2009 (The Grange Prize), convocado por la Art Gallery, de Ontario, Canadá, con el ensayo fotográfico Oscuridad habitada.

Una parte de este trabajo se presenta en la galería Albertina de esta ciudad, como parte de la octava Muestra Fotográfica de Chiapas, organizada por el Colectivo Fotógrafos Independientes. 

Marco Antonio Cruz desarrolla temas sociales para corresponder a lo aprendido con mis maestros, Nacho López y Héctor García: dar continuidad a sus pasiones, a sus principios, afirma.

“Realizar este ensayo de personas ciegas, el cual tomó casi dos décadas, ha sido una intensa lección de vida que me ha permitido recorrer el México profundo que la mayoría de los videntes, paradójicamente, no alcanzamos a ver.

He aprendido de cada persona que he conocido; he vivido cientos de historias, y cada una compone el mosaico que da forma a este trabajo.

El ensayo nos remite a una enfermedad silenciosa que padecen principalmente indígenas y campesinos como consecuencia de la pobreza y de la falta de condiciones mínimas de salud. Como fotógrafo, me ha interesado trabajar con aquellos grupos sociales que durante décadas han sido marginados por el Estado mexicano.

Capa por capa, hasta llegar al corazón

Para Marco Antonio Cruz no es el medio, el modelo de cámara lo que importa, sino la imagen. Cuando haces un ensayo fotográfico es como pelar una cebolla, capa por capa, hasta llegar al corazón, algo que, a veces, es una labor de muchísimos años.

Carlos Payán, director fundador de este diario, afirma en un escrito sobre la obra de Marco Antonio Cruz en 2005, que en la mirada del fotógrafo hay cierta dosis de tristeza o de melancolía que se refleja en los temas que registra con su cámara o, acaso, tal vez sea la realidad retratada la que se refleja en su mirada. Encuentra uno en sus fotografías, además de su gran calidad, belleza, amor, desesperación, furia. No pocas veces poesía, tristeza. Retrata un México que quiere y que le hace sufrir la injusticia, la pobreza, lo que queda todavía y el recuerdo registrado.

En ese mismo texto, Payán rememora cuando Marco Antonio Cruz tomó la foto del edificio Nuevo León, que se derrumbó durante los sismos de septiembre de 1985: Se puso a llorar porque sabía que había tomado una gran foto y que ésta, era el retrato de la desgracia.