En mayo de 2008, el diputado local perredista Tomás Pliego Calvo presentó ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) una iniciativa de reformas legales para prohibir que en esta ciudad los alumnos de escuelas públicas o privadas de nivel básico sean utilizados para acudir como testigos a actos oficiales de cualquier clase.

Frente al caso de los 60 integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México que sufrieron severos daños oculares tras estar expuestos al sol y a reflectores durante un acto presidido por Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública federal, el legislador perredista lamentó el desinterés de la ALDF para aprobar esas modificaciones a la ley.

Calificó de indolente la actitud de las funcionarios públicos al insistir en usar a los menores para escenografía protocolaria.

La iniciativa de reformas a la Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños en el Distrito Federal que presentó el año pasado Tomás Pliego respondió al grave incidente que ocurrió también con estudiantes el 28 de mayo de 2008, cuando el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, encabezó una ceremonia de incineración e izamiento de banderas.

En ese acto, al menos 20 alumnos sufrieron insolación, ocasionando que varios sufrieran desmayo y tuvieran que recibir atención médica.

Según la propuesta del perredista, en los centros de educación básica públicos y privados estará prohibido utilizar a los alumnos como ornamento en los actos públicos de las autoridades de cualquier nivel de gobierno.

Aún más, plantea en su iniciativa de reformas que la participación oficial de los niños en actos públicos se deberá realizar con la autorización expresa de los padres de familia, en condiciones de seguridad y confort, que eviten cualquier daño o agresión a su integridad física.