San Cristóbal de las Casas, Chis., 3 de agosto. Siguen las agresiones en Mitzitón contra los ejidatarios por parte de los evangélicos denominados no cooperantes. Ahora fueron secuestradas por este grupo cinco niñas de la familia Heredia Heredia, prácticamente en presencia de agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Los hechos ocurrieron el viernes 31 de julio, y hasta hoy las muchachas siguen encerradas en casa de Pascual Heredia Díaz, uno de los atacantes que el pasado día 21 hirieron a cinco indígenas y causaron la muerte de Aurelio Díaz Hernández.

Las autoridades ejidales refieren que mientras la familia de nuestro compañero Fernando Heredia Heredia discutía por el problema que se vive en la comunidad, por la destrucción de su camioneta de tres toneladas, y debido a que una de su hermanas es del grupo de no cooperantes, llegó la Policía Estatal Preventiva.

Mientras tanto, el señor Pascual Heredia Díaz entró a la casa de los papás de Fernando, Julio Heredia Hernández y Juana Heredia Ruiz, y junto con sus tres hijos se llevó violentamente a su casa en el barrio de Calvario a las hermanitas de Fernando: María, de 16 años; Carmela, de 11; María Magdalena, de siete, y Teresa Heredia Heredia, de cuatro. También a la mayor, Olga, que es evangélica.

La mencionada camioneta, de color blanco, es la que fue destruida el día 21 por seguidores de la iglesia Alas de Águila y miembros del Ejército de Dios. El propio Fernando resultó gravemente herido a garrotazos cuando lo sacaron a golpes de la unidad, momentos antes de que una camioneta Chevrolet azul de los atacantes arrollara a cuatro indígenas, matando a uno de ellos.

Hasta el día de hoy no quiere entregar a las niñas. Los familiares han sabido que están enfermas, porque no les han dado de comer.

El comisariado ejidal Juan Díaz Heredia y el consejo de vigilancia, encabezado por Jesús Heredia de la Cruz, aseveraron esta tarde, tras levantar una denuncia en el Palacio de Justicia de San Cristóbal de las Casas: Este acto de los no cooperantes y delincuentes es otro más para que caigamos en su provocación, pero nuestra comunidad siempre estará al tanto para defender su autonomía y su derecho. Exigimos al mal gobierno su intervención inmediata para que estas niñas sean entregadas a sus familiares. Porque ya sabe muy bien cuáles son los acuerdos de nuestra comunidad.

También el viernes pasado habían sido detenidos dos miembros más del grupo de evangélicos que encabeza Carmen Díaz López, mientras transportaban a 47 indocumentados centroamericanos. No obstante la flagrancia de su delito, Miguel Díaz Gómez y Julio Gómez Hernández fueron liberados dos horas después, sin cargos.

El pasado miércoles 29, el abogado y pastor evangélico Esdras Alonso González, jefe del Ejército de Dios, ofrecía una conferencia de prensa en esta ciudad para defender a sus correligionarios de las acusaciones que les hacen los ejidatarios de Mitzitón, respecto de la invasión de tierras comunales para allanar el paso a la autopista a Palenque, y de herir a cinco indígenas y asesinar a otro.

Alonso González declaró que la iglesia Alas de Águila en ningún momento protegerá a alguien que esté fuera de la ley. Añadió: El asunto del tráfico no es de ahorita sino un negocio desde hace mucho tiempo. La autopista si pasa ahí va a bloquear el tráfico de indocumentados y qué bueno que se haga. Los que sean responsables, que sean castigados.

En una curiosa inversión de términos, dio a entender que la oposición a la carretera en Mitzitón es porque afecta intereses en el negocio del tráfico de indocumentados y la tala clandestina, atribuyendo los delitos a los ejidatarios de la otra campaña.

El pastor admitió: No estamos en desacuerdo en que se haga la autopista, porque es para el desarrollo. Si ellos tienen sus razones, que las defiendan y argumenten, pero sin involucrarnos a nosotros, porque hace tres o cuatro meses nos imputan responsabilidades de que tenemos interés en la autopista, pero no es cierto.

Dos días después caían en manos de la policías dos polleros de su iglesia, Alas de Águila. Por tercera ocasión, con todo y mercancía. Por tercera ocasión fueron liberados de inmediato. No obstante, el pastor insiste en culpar a los ejidatarios de ese tráfico ilegal, y hasta de haber matado a su propio compañero. Tal versión es sostenida por él y por Refugio Alcázar, como abogados de los evangélicos.