Moscú, 5 de agosto. A tres días de que se cumpla el primer aniversario de la guerra que Rusia y Georgia libraron en Osetia del Sur, la cancillería rusa acusó a Estados Unidos de seguir suministrando armamento al ejército georgiano, en tanto la dependencia militar advirtió que de ocurrir una nueva agresión contra la región separatista, reconocida como Estado independiente por el Kremlin, las fuerzas armadas de este país están listas para dar la debida respuesta.

El vicecanciller Grigori Karasin calificó de muy preocupante que Estados Unidos continúe el rearme del ejército de Georgia, pues ello alienta al gobierno de Mijail Saakashvili (el presidente georgiano) a lanzar un nuevo ataque en Osetia del Sur.

La víspera el secretario adjunto de Defensa de Estados Unidos, Alexander Vershbow, aseguró que Washington ya no proporciona material bélico a Tbilisi. “Según información en nuestro poder –respondió Karasin– esto no es del todo cierto: de hecho no ha cesado el suministro de armas desde Estados Unidos y otras naciones, lo que es muy preocupante y nos obliga a tomar medidas”, como poner en estado de alerta las tropas rusas en el Cáucaso.

Inquietud en la región

En el mismo sentido se pronunció el vocero del ejército ruso, general Anatoli Nogovitsyn, al afirmar que Tbilisi, “con armamento, financiamiento y declaraciones de respaldo de Occidente busca alcanzar una capacidad militar igual o superior a la que tenía en agosto del año pasado.

Vemos claramente que Georgia se rearma, pero el suministro de equipos bélicos ya no se realiza abiertamente, como antes, sino desde hace meses se instrumentan otros esquemas y de modo encubierto, denunció Nogovistyn.

El general concluyó: La situación en la zona es intranquila. Las constantes provocaciones de Georgia buscan desestabilizar la situación en Osetia del Sur y Abjazia (la otra región separatista bajo protección de Rusia) y desacreditar el contingente militar ruso (emplazado en ambas), pero nadie debe dudar que si se produce una nueva agresión, la respuesta será adecuada.

Desde Tibilisi, la secretaria del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia, Eka Tkeshelashvili, negó las acusaciones y las consideró parte de una percepción ridícula que pretende fomentar el mito de la agresión georgiana.

En tanto, dos submarinos nucleares rusos realizan patrullajes a lo largo de la costa este de Estados Unidos, confirmaron hoy altos oficiales de las fuerzas armadas estadunidenses, mientras Moscú minimizaba esas informaciones.